Ucrania ha llevado a cabo su ofensiva con drones más grande desde el inicio de la guerra, lanzando 330 drones contra territorio ruso, lo que provocó el cierre de aeropuertos y estaciones de trenes en Moscú y otras regiones.
El ataque masivo, que se produjo en la noche del lunes, dejó al menos tres muertos y varios heridos, según informaron las autoridades rusas. De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Rusia, su sistema de defensa aérea logró derribar más de 120 drones en la región fronteriza de Kursk y otros 91 en la región de Moscú.
Escalada del conflicto antes de las negociaciones de paz
Este nuevo ataque ucraniano ocurre en un momento clave, justo antes de las conversaciones de paz programadas en Arabia Saudí, donde representantes de Ucrania y Estados Unidos intentarán avanzar hacia un posible alto al fuego. Sin embargo, el gobierno ruso advirtió que este bombardeo masivo podría afectar las negociaciones y dificultar cualquier avance hacia la tregua.
En respuesta al ataque, Rusia intensificó sus ofensivas en varias ciudades ucranianas, dejando al menos un muerto y decenas de heridos. Las regiones más afectadas fueron Odesa, Járkov, Sumy, Zaporiyia y Jersón, donde se reportaron múltiples explosiones y la destrucción de depósitos de combustible.
Reacciones internacionales
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, instó a Estados Unidos y a Ucrania a no desperdiciar la oportunidad de las negociaciones de paz en Yeda, Arabia Saudí. A través de la red social X, Tusk escribió:
«Queridos estadounidenses, queridos ucranianos, no desperdiciéis esta oportunidad. El mundo entero os está observando hoy en Yeda. ¡Buena suerte!»
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con preocupación la escalada de violencia y la incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones.