El Gobierno de Donald Trump eliminó este lunes el Estatus de Protección Temporal (TPS) para casi 80.000 personas de Nicaragua y Honduras que han vivido legalmente en Estados Unidos desde hace más de dos décadas. Esta medida, que entra en vigor en 60 días, dejaría a miles de familias expuestas a la deportación si no cuentan con otra vía migratoria.
El TPS fue concedido en 1999 tras el paso del huracán Mitch, una de las peores tragedias en Centroamérica. Honduras fue el país más afectado, con al menos 7,000 muertos, seguido por Nicaragua, con casi 4,000. El permiso se renovaba periódicamente desde entonces.
“Ya pueden volver”
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) justificó la decisión afirmando que las condiciones en ambos países han mejorado lo suficiente. “El TPS nunca estuvo pensado para durar un cuarto de siglo”, dijo un vocero del DHS. Quienes decidan regresar a sus países podrían recibir un boleto de avión gratis y hasta US$1,000 en asistencia.
Sin embargo, muchas organizaciones denuncian que esas condiciones “mejoradas” no reflejan la realidad. Honduras sigue enfrentando violencia por parte de pandillas, sequías extremas y pobreza rural. En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega ha provocado una crisis de derechos humanos y persecución política que ha forzado al exilio a más de 600,000 personas desde 2018.
¿Regresar a una dictadura?
“El mayor huracán de Nicaragua es Ortega”, declaró el exiliado Gabriel Putoy, opositor y exprisionero político. Asegura que el retorno de miles de nicaragüenses pondría sus vidas en peligro, pues muchos huyeron por persecución política. “Cancelarnos el TPS es entregarnos en las manos del dictador”, denunció.
Putoy también lamentó que con el regreso de Trump al poder, se cierran opciones legales como el asilo, el parole humanitario y ahora el TPS, a pesar de que “EE. UU. sabe muy bien lo que estamos enfrentando”.
Impacto en miles de familias
La decisión también preocupa en estados como Florida, donde se estima que viven decenas de miles de los beneficiarios del TPS. “Han echado raíces aquí, han abierto negocios, han formado familias”, dijo la Coalición de Inmigrantes de Florida (FLIC). Piden una vía para que estos migrantes puedan optar por la residencia permanente, en vez de “destruirlos y arrancarlos de raíz”.
La eliminación del TPS para hondureños y nicaragüenses se suma a decisiones similares contra haitianos y venezolanos tomadas recientemente por la misma administración. Aunque algunas han sido frenadas en tribunales, el futuro de estos migrantes sigue en juego.