Thaksin Shinawatra, el exmandatario tailandés encarcelado el martes después de regresar a su país de un exilio autoimpuesto de 15 años, fue trasladado en la medianoche del miércoles a un hospital de Bangkok. Apenas 12 horas después de ingresar en una prisión preventiva para empezar a cumplir su condena de ocho años, el político y empresario fue hospitalizado tras sufrir hipertensión y mostrar niveles bajos de oxígeno en sangre, según han informado este miércoles las autoridades. De momento, se desconoce el estado de salud del multimillonario fundador del partido de corte populista Pheu Thai, cuyo candidato, Srettha Thavisin, recibió el martes el apoyo del Parlamento para convertirse en nuevo primer ministro.
El Departamento de Instituciones Penitenciarias de Tailandia ha notificado, a través de un comunicado difundido por el rotativo Bangkok Post, que el ex primer ministro empezó a sentirse indispuesto el martes por la tarde y, sobre la 01.00 de la madrugada (las 20.00 del martes en la España peninsular), fue trasladado al Hospital Policial de la capital tailandesa. Thaksin Shinawatra, quien aterrizó esa misma mañana en la capital del país después de 15 años en el exilio y escoltado inmediatamente después hasta la cárcel, estaba guardando cuarentena en unaUnas horas más tarde, experimentó insomnio, presión en el pecho, hipoxemia e hipertensión y, dado que padece de varias enfermedades crónicas, entre ellas, del corazón y los pulmones, las autoridades policiales optaron por el traslado como medida de precaución al no disponer la prisión del equipo médico necesario, apuntan en el comunicado. La Policía Real ha indicado que el doctor que lo examinó determinó que necesitaba “un traslado urgente” al hospital. La habitación donde se encuentra ingresado está custodiada por agentes, según se especifica en el texto.
El regreso del político más influyente de Tailandia robó los focos a la sesión del Parlamento en la que se eligió al magnate del ladrillo Srettha Thavisin como primer ministro, poniendo así fin al bloqueo político que vivía esta nación del sudeste asiático desde las elecciones del 14 de mayo. Algunos analistas consideran que la vuelta del antiguo primer ministro ha sido parte de una estratagema para que el partido vinculado al clan de los Shinawatra, el Pheu Thai, que quedó segundo en los comicios, lograse el apoyo necesario para formar gobierno. Solamente un día antes, el Pheu Thai había anunciado una gran coalición en la que están integradas dos formaciones vinculadas a los militares, a pesar de ser rivales históricos: el ejército depuso en una asonada el gobierno de Thaksin Shinawatra, en 2006, y el de su hermana, Yingluck Shinawatra, en 2014.
El magnate, que había permanecido en el exilio desde 2008 —la mayor parte del tiempo, en Dubái— fue juzgado en ausencia por el Tribunal Supremo y condenado a cumplir penas de ocho años por tres delitos diferentes, por abuso de poder y conflicto de intereses. Él siempre ha rechazado dichas acusaciones y asegurado que se trata de una persecución política.