Caracas.- El canciller venezolano Yván Gil se reunió con Gianluca Rampolla, coordinador residente de la ONU, para expresar la creciente preocupación del Gobierno de Nicolás Maduro por lo que catalogan como “amenaza militar” derivada del despliegue aéreo y naval de Estados Unidos en el Caribe.
Venezuela presiona a la ONU
Durante el encuentro, Gil insistió en que el Sistema de Naciones Unidas debe asumir “una posición contundente” en defensa de América Latina como zona de paz, argumentando que la situación actual exige respeto estricto a la Carta de la ONU por parte de todos los Estados.

La ONU reiteró días atrás su disposición a facilitar un diálogo entre Washington y Caracas, aunque reconoció que ninguna de las partes ha pedido formalmente su mediación. Aun así, la organización mantiene abiertos sus “buenos oficios” en caso de que se requiera una salida diplomática.
Maduro habla de “república en armas”
En paralelo, Nicolás Maduro declaró que confía en una eventual victoria si Venezuela llega a considerarse “república en armas”, mensaje ligado al aumento de maniobras militares estadounidenses en la región. Además, pidió a la Fuerza Aérea mantenerse alerta ante cualquier movimiento inesperado.
El ambiente se tensó aún más cuando Estados Unidos designó al llamado Cartel de los Soles como organización terrorista, acusando a altos mandos venezolanos y al propio Maduro de liderarlo. Caracas respondió calificando la acción como “un invento sin fundamento”.
Crisis aérea complica la situación
A la tensión política se sumó una abrupta crisis aérea: varias aerolíneas internacionales suspendieron vuelos hacia Venezuela tras advertencias de la FAA sobre riesgos potenciales en el espacio aéreo del Caribe. Como reacción, el Gobierno venezolano revocó las concesiones de Iberia, TAP, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol.

