Ni el frío, ni la hora detienen a miles de fieles que siguen llegando a la basílica de San Pedro para despedir al papa Francisco. La fila, que ya ha pasado la medianoche del 24 de abril en Roma, muestra el cariño de todo un pueblo al pontífice argentino que cambió la historia de la Iglesia.
Desde que se abrió la capilla ardiente, más de 19,000 personas ya han pasado frente a su ataúd de madera, donde reposa con su rosario en mano y casulla roja, como pidió en vida. No fue colocado en un catafalco como los papas anteriores, una muestra más de su estilo humilde.
El Vaticano anunció que está listo para dejar la basílica abierta toda la noche, al menos hasta que todos puedan verlo por última vez. La exposición del cuerpo continuará hasta el viernes, y el sábado se realizará el funeral.
Francisco, el primer papa latinoamericano, murió a los 88 años, dejando un legado marcado por su cercanía con el pueblo y su amor por la Virgen. Será enterrado en Santa María La Mayor, en la capilla donde solía ir a rezar.
El Vaticano también confirmó que el sábado arrancan los tradicionales nueve días de duelo, mientras los cardenales se preparan para elegir al próximo papa.
(DW Español)
