La visita de los reyes Felipe VI y Letizia, junto al presidente del gobierno Pedro Sánchez y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, a las zonas afectadas por las inundaciones en Valencia fue recibida con protestas. Afectados por las lluvias torrenciales lanzaron barro y gritaron «¡asesinos!» a las autoridades, expresando su frustración ante la lenta respuesta del gobierno frente a la tragedia.
Indignación entre los afectados
Las intensas lluvias dejaron más de 200 muertos y centenares de desaparecidos. Las localidades devastadas se convirtieron en «zona cero» debido al desbordamiento de ríos que arrasó con todo a su paso. Seis días después, muchas familias continúan sin recibir ayuda, lo que aumenta la indignación, que los afectados atribuyen a las disputas políticas entre el gobierno regional y el nacional.
«Se sabía y nadie hizo nada por evitarlo»
«Se sabía y nadie hizo nada por evitarlo», le dijo un joven al rey, que insistió en quedarse a hablar con la gente pese a la agitación, reportó la agencia Reuters.
La agencia de protección civil emitió una alerta de emergencia a los teléfonos de los habitantes de la ciudad de Valencia y sus alrededores después de las 20:00 hora local del martes, cuando las inundaciones ya cubrían muchas zonas.
Por su parte el gobierno central de Madrid también enfrenta críticas por no haber movilizado al ejército a tiempo y por rechazar una oferta del gobierno francés de enviar 200 bomberos para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate.
También se le achaca que no declare el estado de alarma, lo que le daría las competencias en las labores de recuperación y rescate.
Respuesta de las autoridades
Durante la visita, las reacciones fueron mixtas. Mientras el rey Felipe VI permaneció en la zona para hablar con los afectados y ofrecer consuelo, Pedro Sánchez enfrentó momentos críticos cuando su automóvil fue atacado por la multitud, lo que obligó a su evacuación. Sánchez calificó los incidentes de «marginales» y afirmó que el gobierno nacional trabajará en coordinación con las instituciones locales.
Los afectados no solo mostraron su enfado con las autoridades locales, sino también con el gobierno central, criticado por la falta de preparación ante la emergencia. Carlos Mazón, presidente regional, expresó su comprensión hacia la indignación y elogió al rey por permanecer en la zona para escuchar a los ciudadanos. La situación ha evidenciado tensiones políticas en el manejo de la crisis.
Una de las peores catástrofes en décadas
La tragedia en Valencia se ha convertido en una de las peores catástrofes de inundaciones en Europa en décadas. Además de los fallecidos y desaparecidos, miles de hogares siguen sin electricidad y los daños materiales son incalculables. Los habitantes exigen que las autoridades trabajen en conjunto y dejen de lado las disputas políticas para priorizar la ayuda a las comunidades afectadas.
Tomado de BBC News Mundo