El conflicto en Medio Oriente vuelve a poner en jaque la economía global, y todo gira en torno a un paso de agua que, aunque estrecho, mueve el mundo
El Parlamento de Irán quiere cerrar el estrecho de Ormuz como respuesta a recientes ataques de EE.UU. al programa nuclear iraní. ¿Por qué es tan grave esto? Porque este canal marino, aunque pequeño, es clave para el petróleo mundial. Su cierre tendría consecuencias que llegarían a todos los rincones del planeta.
¿Qué es el estrecho de Ormuz?
Es un paso marítimo entre el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán. Es tan estrecho que en su punto más angosto tiene solo 50 kilómetros de ancho. Pero por ahí transita el 20 % del petróleo que se consume a diario en el mundo. Además, una quinta parte del comercio global de gas natural licuado también pasa por ahí, principalmente desde Catar.
Los países que más dependen de este paso son Arabia Saudí, Irán, Irak, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos. Y aunque algunos, como Arabia Saudí, tienen oleoductos alternativos, no pueden mover el petróleo al mismo ritmo.

¿Por qué Irán amenaza con cerrarlo?
Porque cerrar Ormuz sería un golpe directo a los mercados energéticos. Así, Irán podría presionar a EE.UU. y a sus aliados sin tener que recurrir a un ataque militar directo. El problema es que esto también afectaría a Irán mismo, ya que su economía depende de exportar petróleo, y la mayoría de sus envíos también cruzan Ormuz.
Además, su principal comprador es China, y ya Pekín está pidiendo calma. A la economía china no le conviene otra crisis energética, y mucho menos una que complique sus importaciones clave
¿Qué pasaría con el precio del petróleo?
Expertos coinciden en que si Irán cierra completamente el paso, el precio del barril podría subir fácilmente a 100 o incluso 130 dólares. Eso significa gasolina más cara, energía más costosa y, en general, más inflación. Goldman Sachs, por ejemplo, advierte que si el cierre dura un mes, el petróleo llegaría a los 110 dólares.
Y aunque todavía no se ha tomado ninguna acción, los seguros de los barcos que cruzan la zona ya están subiendo. Muchas embarcaciones están optando por rutas más largas para evitar la tensión, pero eso encarece todo.
¿Cómo afecta esto a RD y al mundo?
Países como República Dominicana, que dependen en gran parte del petróleo importado, sufrirían los efectos en cadena: combustibles más caros, productos más costosos y presión inflacionaria. Aunque España, por ejemplo, tiene un mercado energético más diversificado, también podría verse afectada si el gas qatarí escasea.
Este tipo de crisis también afecta la economía global al encarecer materias primas y generar incertidumbre. Las empresas enfrentan mayores costos y los consumidores pierden poder adquisitivo. En resumen, si Ormuz se cierra, nos afectará a todos, directa o indirectamente.
¿Qué viene ahora?
Por ahora, la decisión final está en manos del Consejo Nacional de Seguridad de Irán. Si se deciden por un cierre total o por ataques selectivos, como ya han hecho los hutíes en otra zona clave (Bab el-Mandeb), el impacto será inmediato.