La guerra en Líbano, que ha cobrado más de 3,500 vidas en más de un año, podría llegar a su fin en cuestión de horas. El gabinete del primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, se reunirá mañana en Tel Aviv para decidir si acepta un acuerdo de paz propuesto por Estados Unidos, que ya cuenta con la aprobación del gobierno libanés y de Hizbulah.
El tratado, que busca establecer un alto al fuego, incluye la retirada de las tropas israelíes y de Hizbulah al sur del río Letani, una zona que, según la resolución 1701 de la ONU, debería estar controlada únicamente por el Ejército libanés y cascos azules. La propuesta actual mantiene esta estructura, pero plantea que una coalición liderada por Estados Unidos, junto con Francia y otros tres países, supervise su implementación.
El portavoz del gobierno israelí, David Mencer, confirmó que “se está avanzando hacia un acuerdo”, aunque todavía quedan “algunos detalles por resolver”. Por su parte, Naim Qasem, líder de Hizbulah, afirmó que la decisión final recae en Israel tras la revisión del grupo a la propuesta.
¿Qué implica el acuerdo?
- Retirada militar: Israel y Hizbulah deben abandonar la región fronteriza en un plazo de 60 días.
- Supervisión internacional: Estados Unidos liderará una coalición de monitoreo en lugar de depender únicamente de las fuerzas de paz de la ONU.
- Reubicación de tropas libanesas: El Ejército libanés se desplegará en la región fronteriza.
En Beirut, el vicepresidente del Parlamento libanés, Elias Bou Saab, expresó optimismo al señalar que “no quedaban obstáculos serios” para implementar el alto al fuego, pese a los bombardeos que aún persisten en la ciudad.
Un esfuerzo diplomático clave para Biden
Desde Washington, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, subrayó la prioridad de alcanzar este acuerdo antes del fin del mandato de Joe Biden. “Queremos que las familias puedan regresar a sus hogares. La negociación avanza en una dirección positiva, pero nada está cerrado hasta que todo lo esté”, afirmó.
El desenlace de esta reunión podría marcar un nuevo capítulo en laregión, aunque los desafíos para garantizar una paz duradera aún persisten.