A 24 años del atentado, persisten las secuelas físicas y emocionales
Nueva York se prepara este jueves para conmemorar un nuevo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, un suceso que marcó al mundo y que, más de dos décadas después, sigue sumando víctimas indirectas.

Ese día, casi 3.000 personas murieron cuando terroristas de Al Qaeda estrellaron dos aviones en las Torres Gemelas del World Trade Center, otro contra el Pentágono y un cuarto en Pensilvania. Sin embargo, con el paso del tiempo se han contabilizado más fallecimientos por enfermedades respiratorias y cánceres derivados de la exposición al polvo tóxico en la zona cero.
“Desde el 11S han fallecido muchas más personas por los efectos sobre su salud que las que murieron ese mismo día”, explicó Elizabeth Hillman, directora del Museo Memorial del 11S, al presentar los actos conmemorativos. De acuerdo con el Programa de Salud del World Trade Center, unas 400.000 personas estuvieron expuestas al polvo y a materiales tóxicos tras el colapso de las torres.
Homenaje

Cada año, durante la ceremonia oficial, se leen uno a uno los nombres de las víctimas del 11S. En esta ocasión también se rendirá homenaje a quienes fallecieron después por las secuelas del atentado y a los trabajadores que participaron en las labores de rescate y limpieza.
Para sobrevivientes como Desirée Bouchat, que trabajaba en la Torre Sur, la fecha mantiene vivo el recuerdo: “Aún hoy se me vienen a la mente las caras de quienes no lograron salir. El cielo azul de esa mañana terminó tornándose marrón tras el impacto del primer avión”.
La ceremonia contará con la presencia del vicepresidente JD Vance y de la segunda dama Usha Vance, aunque la organización insiste en que el acto “no debe ser un ejercicio político, sino de conmemoración y homenaje”.
Veinticuatro años después, el 11S sigue siendo una herida abierta para Nueva York y para miles de familias que, además del trauma emocional, enfrentan las consecuencias físicas de aquel día.