La ex primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, ha tomado una decisión que marca una ruptura con la tradición política del país: no asistirá a la toma de posesión de Donald Trump programada para el próximo 20 de enero. Este gesto ha generado reacciones divididas en el ámbito político y en la opinión pública.
¿Por qué Michelle Obama no asistirá?
Fuentes cercanas a la ex primera dama afirman que su decisión responde a una postura personal. Michelle Obama considera que no puede aparentar cordialidad hacia alguien que, según su perspectiva, representa una amenaza para la democracia. Su ausencia ha sido vista como un acto de coherencia con sus principios, aunque también ha sido objeto de críticas.
Contraste en la tradición política
Mientras Michelle Obama ha optado por no asistir, su esposo, el ex presidente Barack Obama, sí ha confirmado su presencia en la ceremonia, manteniendo la tradición de que los ex mandatarios asistan a las inauguraciones presidenciales. También han confirmado su asistencia figuras como George W. Bush, Laura Bush, Bill Clinton, Hillary Clinton, así como el presidente saliente Joe Biden y la primera dama Jill Biden.
Una decisión con eco político
El equipo de Donald Trump ha restado importancia a la ausencia de Michelle Obama, afirmando que no afecta la planificación del evento. Sin embargo, su decisión ha reavivado las tensiones en el panorama político estadounidense, destacando las divisiones persistentes incluso en eventos protocolarios.
El contexto reciente
La decisión de Michelle también se suma a su reciente ausencia en el funeral del ex presidente Jimmy Carter, lo que ha generado especulaciones sobre su postura hacia las figuras clave de la política actual.
EsquinaRD seguirá atento a los desarrollos alrededor de la toma de posesión de Donald Trump y el impacto de estas decisiones en el panorama político internacional.
