México extraditó el viernes a Estados Unidos a Ovidio Guzmán López, hijo del exlíder del cártel de Sinaloa Joaquín «El Chapo» Guzmán, para que enfrente cargos por narcotráfico, informó el secretario de Justicia de Estados Unidos, Merrick Garland, en un comunicado.
«Esta acción es el paso más reciente en el cometido del Departamento de Justicia para atacar cada aspecto de las operaciones del cártel», dijo Garland.
El gobierno mexicano no respondió por el momento a solicitudes de comentarios.
Las fuerzas de seguridad mexicanas aprehendieron en enero a Guzmán López, alias «El Ratón», en Culiacán, capital del estado de Sinaloa.
El gobierno había intentado capturarlo tres años antes, pero abortó la operación después de que los aliados de Guzmán desencadenaran una ola de violencia en Culiacán.
La detención de enero provocó incidentes de violencia similares en los que murieron 30 personas en Culiacán, entre ellas 10 militares.
La captura se produjo pocos días antes de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitara México para sostener conversaciones bilaterales seguidas de la Cumbre de Líderes de América del Norte.
El viernes, Garland expresó su reconocimiento a los miembros de las fuerzas de seguridad que han dado su vida en Estados Unidos y México. «El Departamento de Justicia seguirá haciendo rendir cuentas a los responsables de alimentar la epidemia de opioides que ha devastado demasiadas comunidades en todo el país», manifestó.
En abril, la fiscalía estadounidense dio a conocer una amplia lista de cargos contra Guzmán y sus hermanos, conocidos colectivamente como los «Chapitos». En ellos se expone con detalle cómo, tras la extradición de su padre y su posterior sentencia a cadena perpetua en Estados Unidos, los hermanos enfocaron el cártel cada vez más hacia drogas sintéticas como las metanfetaminas y el potente opiáceo sintético fentanilo.
Según la acusación desprecintada en Manhattan, su objetivo era producir grandes cantidades de fentanilo y venderlo al precio más bajo. El fentanilo es tan barato de fabricar que el cártel obtiene inmensas ganancias incluso vendiéndolo al por mayor a 50 centavos de dólar por pastilla, según la acusación. Los hermanos refutaron tales acusaciones en una carta.
Los Chapitos se distinguieron por una violencia grotesca que parecía superar cualquier noción de moderación mostrada por generaciones anteriores de líderes de cárteles.
El fentanilo se ha convertido en una prioridad en la relación bilateral en materia de seguridad. Pero el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha negado las afirmaciones del gobierno estadounidense y de su propio ejército sobre la producción de fentanilo en México, y ha descrito al país más como un punto de tránsito de precursores procedentes de China y con destino a Estados Unidos.
López Obrador culpa al deterioro de los valores familiares en Estados Unidos por los altos niveles de drogadicción en ese país.
Se calcula que el año pasado se produjeron 109.680 muertes por sobredosis en Estados Unidos, según cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Unas 75.000 de ellas estuvieron relacionadas con el fentanilo y otros opioides sintéticos. AP.