Oslo.- María Corina Machado llegó a Noruega cargada de emoción, aire fresco y un mensaje que salió sin titubeos: “Venezuela será libre y quiero ver volver a todos los que han tenido que huir”.
Un Nobel que ella dedica al país
La opositora agradeció el premio como un reconocimiento colectivo. Dijo que se siente una más entre millones que empujan por un cambio y que no se cree protagonista, sino parte del movimiento democrático que sigue resistiendo.
Contó que su llegada se dio entre retrasos, incertidumbre y cambios de agenda, pero aun así aseguró que valió la pena cruzar medio planeta para poner la causa venezolana en la mesa internacional.
Una acusación que estremeció la sala
Machado no esquivó la pregunta sobre intervención extranjera. Soltó la frase sin rodeos: “Venezuela ya ha sido invadida”. Mencionó presencia rusa, iraní, grupos terroristas y carteles que, según ella, operan sin freno bajo permiso del Gobierno.
Afirmó que esa mezcla de alianzas ilegales ha convertido al país en un centro criminal regional. También aseguró que la represión interna depende de dinero obtenido por tráfico de armas y petróleo, y pidió cortar esos flujos cuanto antes.
El primer ministro Jonas Gahr Støre escuchó su planteamiento y destacó que Noruega respeta la voluntad del pueblo venezolano. Recordó que el país enfrenta un régimen autoritario, una ola enorme de refugiados y una crisis que sigue sin alivio visible.
Entre clandestinidad, aplausos y un himno en la calle
La dirigente llegó a Oslo tras 16 meses oculta. Contó que el régimen nunca supo dónde estaba porque su equipo evitó cualquier rastro. Prometió que, si Maduro sigue en el poder cuando regrese, entrará de nuevo sin que puedan detenerla.
Anoche salió al balcón del Grand Hotel, saludó entre lágrimas y cantó el himno con la mano en el pecho mientras decenas de venezolanos la aplaudían bajo el frío. Fue su primera aparición pública del año.
