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Kilmar Abrego, el salvadoreño deportado por error, vuelve a EEUU y es acusado de tráfico de personas

La historia de Kilmar Abrego García, el salvadoreño que fue deportado “por error” a El Salvador, ha dado un vuelco inesperado. Tras semanas de resistencia y dilación por parte de la Administración Trump, el Departamento de Justicia confirmó que Abrego ya está bajo custodia en Estados Unidos y que será procesado por cargos graves relacionados con tráfico de personas.

Deportado y luego repatriado

En marzo, Kilmar fue uno de los más de 200 migrantes enviados a la megacárcel CECOT de El Salvador bajo una ley dura que buscaba frenar la presencia de pandillas, conocida como la ley de Enemigos Extranjeros de 1798. Sin embargo, esta deportación fue considerada un error, ya que Abrego es residente legal en Estados Unidos y contaba con protección judicial que lo amparaba contra la deportación desde 2019.

En abril, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ordenó a la Administración Trump facilitar su regreso, pero la respuesta fue lenta y polémica. No fue hasta semanas después que finalmente fue devuelto a Estados Unidos, tras una batalla legal que puso en el centro la tensión entre decisiones políticas y garantías legales.

Cargos serios: tráfico de personas

El Departamento de Justicia informó que Abrego será procesado por tráfico de personas. La Fiscal General, Pam Bondi, afirmó que durante los últimos nueve años Abrego tuvo un papel importante en una red dedicada a traficar mujeres y niños, y que no era un simple “contratista ocasional”, sino un traficante activo.

En palabras de Bondi: “Nuestro Gobierno presentó a El Salvador una orden de arresto y ellos aceptaron devolverlo para que enfrente cargos muy graves. Una vez cumpla su condena, será devuelto a su país”.

Respuesta de la Casa Blanca

Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, fue contundente al señalar a Abrego como “un inmigrante ilegal, terrorista, miembro de pandilla y traficante de personas que ha abusado de personas inocentes, especialmente mujeres y vulnerables”. Además, pidió que los legisladores y periodistas que defendieron al salvadoreño “pidan disculpas a las víctimas”.

Un caso que divide opiniones

Este caso refleja las dificultades y polémicas en torno a la política migratoria estadounidense, especialmente con las leyes que buscan combatir la violencia de pandillas, pero que a veces acaban afectando a personas protegidas judicialmente.

La deportación y posterior repatriación de Kilmar Abrego muestra la falta de coordinación entre las distintas instancias del gobierno y las repercusiones que esto tiene en la vida de los migrantes.

(El Diario ES)