Un juez de Nueva York impuso este viernes una multa de casi 355 millones de dólares al expresidente estadounidense Donald Trump y lo inhabilitó para dirigir negocios durante tres años, en lo que puede suponer un duro golpe a su imperio.
«Por la presente, el Tribunal prohíbe a Donald Trump (…) ejercer como funcionario o director de cualquier corporación de Nueva York u otra entidad legal en Nueva York durante un periodo de tres años», escribió el juez Arthur Engoron en su sentencia, ordenando a Trump, a sus hijos y a la empresa familiar, el conglomerado Trump Organization, el pago de 354.868.768 dólares.
Trump, que a sus 77 años busca volver a la Casa Blanca en los comicios de noviembre, y dos de sus hijos -Donald Trump Jr y Eric Trump- comparecieron en un largo proceso civil de octubre a enero, acusados de haber inflado el valor de los activos de su imperio familiar, la Trump Organization.
Antes, en su red Truth Social, el expresidente había acusado al juez Engoron de ser un «torcido» y a la fiscal general de ser «totalmente corrupta». También calificó el veredicto como una «interferencia electoral» y «caza de brujas», cuando se perfila como el favorito a ganar la nominación republicana de cara a las presidenciales.
Habba, por su parte, tildó el fallo de «injusticia manifiesta» y anunció su apelación: «Confiamos en que la Corte de Apelaciones anule este veredicto atroz y ponga fin a esta implacable persecución».
«Su total falta de contrición y remordimiento roza lo patológico. Sólo se les acusa de inflar el valor de los activos para ganar más dinero», dice el juez Engoron en su fallo, en el que asegura que «los acusados son incapaces de admitir su error».
«En su lugar, adoptan una postura de ‘no ver el mal, no oír el mal, no hablar el mal’ que las pruebas desmienten», agrega.
Sus dos hijos han sido condenados asimismo a pagar 4 millones de dólares cada uno.
Enorme victoria
La fiscal general de Nueva York, Letitia James, declaró que este fallo es «una enorme victoria» para todos aquellos que «creen que todos estamos obligados a jugar con las mismas reglas, incluidos los expresidentes».
«No importa lo grande, rico o poderoso que creas que eres, nadie está por encima de la ley», apostilló la fiscal, a la que Trump acusa repetidamente de «corrupta» y «racista».
James presentó esta demanda civil en 2022 alegando fraude financiero contra los miembros de la familia Trump por inflar el valor de su imperio inmobiliario, un conglomerado de presas que incluye rascacielos, hoteles de lujo y campos de golf en todo el mundo durante la década de 2010.
Todo ello, para obtener préstamos más favorables de los bancos y mejores condiciones de seguro.
Algunos activos, como la Torre Trump en la 5ª Avenida de Manhattan, son emblemáticos del éxito del hombre de negocios que entró en política gracias a su imagen de constructor inmobiliario de éxito.
Antes incluso del juicio, el juez Engoron, que llegó a amenazar durante el juicio con expulsar al magnate de las vistas, había dictaminado que se había cometido fraude.
El juez consideró que la fiscal general James, una demócrata elegida en las urnas, presentó «pruebas concluyentes de que, entre 2014 y 2021, los acusados (habían) sobrestimado los activos» del grupo en «812 millones de dólares (a) 2.200 millones de dólares», según el año.
91 inculpaciones a Trump
El republicano había repetido durante el proceso que se trataba de un juicio «digno de una república bananera».
En los próximos meses tendrá que sentarse en el banquillo para responder 91 inculpaciones criminales en Washington, Florida y Georgia así como en Manhattan, donde el 25 de marzo está previsto el inicio de otro juicio, el primero por la vía penal a un expresidente estadounidense, por el pago de dinero en plena campaña electoral en 2016 a una actriz porno para comprar su silencio, y que lo pasó como gastos judiciales, infringiendo la ley.
Sus abogados le representaban este viernes en Atlanta (Georgia), donde está acusado de conspiración para anular las elecciones de 2020, que perdió frente a Biden.
Listín Diario