Estados Unidos vivió una jornada de confusión este martes luego de que un juez federal bloqueara la decisión de Donald Trump de congelar miles de millones de dólares en ayudas públicas, una medida que ponía en riesgo el acceso a servicios básicos para ciudadanos de bajos ingresos.
Todo comenzó la noche del lunes, cuando la Casa Blanca emitió un memorando ordenando a agencias y departamentos federales frenar ciertos gastos para revisarlos y alinearlos con las “prioridades del presidente”.
La medida afectaba fondos destinados a gobiernos locales, educación y préstamos para pequeñas empresas, lo que generó una ola de críticas y reacciones legales inmediatas.
La Justicia frena la medida
Este martes, un juez federal en Washington ordenó suspender de inmediato la orden de Trump, al menos hasta el próximo 3 de febrero, mientras se analiza su legalidad.
Además, fiscales de 23 estados anunciaron que impugnarán la medida, argumentando que el presidente no tiene autoridad para detener estos fondos sin seguir procedimientos específicos.
Según Gillian Metzger, profesora de Derecho en la Universidad de Columbia, el Ejecutivo puede aplazar o cancelar gastos, pero solo en casos concretos y bajo regulaciones establecidas. «El documento actual no cumple con esos requisitos», afirmó.
¿Qué programas estaban en riesgo?
Entre los sectores afectados por el congelamiento estaban:
🔴 Iniciativas de transición energética
🔴 Ayudas para zonas afectadas por desastres naturales
🔴 Fondos de asistencia exterior
Sin embargo, no se incluían recortes a programas clave como Medicare (seguro de salud para jubilados).
Grupos de derechos civiles y empresarios presentaron una demanda contra la Oficina de Presupuesto para frenar la medida, mientras que la fiscal general de Míchigan, Dana Nessel, anunció una investigación para «proteger estos programas y restaurar servicios vitales».
Trump y su cruzada contra el gasto público
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha prometido reducir el tamaño del gobierno y frenar el gasto público, eliminando programas que considera innecesarios.
El memorando de la Casa Blanca justificaba la medida asegurando que buscaba “aliviar el impacto de la inflación, eliminar políticas progresistas y detener el uso del Estado con fines ideológicos”.
Según Matthew Vaeth, director interino de la Oficina de Presupuesto, en 2024 el gobierno gastó casi 10 billones de dólares, de los cuales 3 billones fueron destinados a asistencia financiera, préstamos y donaciones.
Impacto en la ayuda exterior y los empleados federales
La decisión de Trump también golpeó el financiamiento de programas en el extranjero. Por ejemplo, en Ucrania, el presidente Volodímir Zelenski advirtió que el congelamiento afectaría proyectos clave, aunque el secretario de Estado, Marco Rubio, aclaró que se mantendrían las excepciones para ayuda humanitaria y asistencia militar a Egipto e Israel.
Mientras tanto, Trump sorprendió a los empleados federales con una oferta inesperada: ocho meses de indemnización si renuncian voluntariamente. La propuesta fue enviada por correo a dos millones de empleados y fue elogiada por Elon Musk, quien actualmente lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental de la Casa Blanca.
La propuesta recuerda la estrategia que Musk usó cuando adquirió Twitter (ahora X), donde ofreció una salida similar a los empleados que no compartían su visión.
Con la orden judicial en contra y múltiples demandas en camino, el plan de Trump para congelar gastos públicos enfrenta un futuro incierto.