El candidato presidencial de la coalición Liberty Advances, Javier Milei, saluda después de votar, acompañado por su hermana Karina Milei
Javier Milei dio un vuelco a la política de Argentina al convertirse este domingo en presidente del país con sus ideas libertarias y radicales.
Milei derrotó en las elecciones de este domingo a Sergio Massa,actual ministro de Economía, que reconoció la derrota antes incluso de que se conocieran los resultados oficiales.
«Obviamente los resultados no son los que esperábamos y he felicitado a Javier Milei porque es el presidente que la mayoría eligió para los próximos cuatro años», dijo Massa.
Con el 90% del escrutinio se constató el amplio triunfo de Milei con casi el 56% de los votos por el 44% de Massa.
Milei será a partir del 10 de diciembre el primer economista en ser presidente del país.
Tras años de dificultades económicas y en medio de una crisis con una inflación de casi el 140%, el desencanto de muchos argentinos con los partidos tradicionales llevó al triunfo este domingo del recién llegado a la política, que triunfó con propuestas disruptivas en el plano económico así como su estilo agresivo y declaraciones polémicas.
Milei, que en sus actos solía llevar en las manos una motosierra para representar el recorte del gasto público que propone, dijo que privatizará las empresas del Estado y reformará los sistemas de salud y educación, y propone eliminar el banco central y dolarizar la economía.
Además, dudó de las causas del cambio climático, criticó el aborto legal y atacó al papa Francisco, uno de los argentinos más universales.
Quién es Javier Milei
Economista y amante de los perros, Milei, de 53 años, sacudió Argentina con propuestas radicales como dolarizar la economía, privatizar las empresas públicas del Estado y cerrar (“dinamitar”, en sus propias palabras) el Banco Central.
Fue el más votado en las primarias de agosto y algunos incluso anticipaban que podría ganar en primera vuelta. No lo logró pero obtuvo este domingo un triunfo incontestable.
Durante su campaña lanzó ideas controvertidas como la de permitir el porte de armas en Argentina y la venta de órganos, y criticó la educación y salud pública.
Sin embargo, de cara al balotaje, suavizó algunas de sus posturas más extremas.
Milei también generó polémica al criticar duramente al papa Francisco (al que acusa de apoyar el comunismo), al pronunciarse en contra de la legalización del aborto y al relativizar la violencia militar durante la dictadura.
Pero su crítica directa a los sectores tradicionales de la política argentina, a quienes llama de forma despectiva “la casta”, ha sido lo que lo ha llevado a conectar con los electores más jóvenes, descontentos con el actual estado de cosas en el país.
Milei ha sido comparado con otros políticos de extrema derecha como el expresidente de Estados Unidos Donald Trump y el de Brasil Jair Bolsonaro.
«Hemos logrado construir esta alternativa competitiva que no solo dará fin al kirchnerismo sino que además dará fin a la casta política parasitaria chorra (ladrona) e inútil que hay en este país”, aseveró con el tono beligerante que le caracteriza.
Milei, que irrumpió en la política hace dos años tras hacerse conocido como comentarista económico en televisión, saltó a la batalla por la presidencia con un discurso nuevo y rupturista, que él define como libertario y anarco-capitalista, y busca así ser el primer economista en llegar a la Casa Rosada.
Un dato que no es menor en un país que estuvo entre los más ricos del mundo y lleva años con una inflación galopante e índices que ponen al 40% de las personas por debajo de la línea de pobreza.
En una parte de los votantes su figura genera miedo y rechazo porque lo acusan de incendiario, beligerante y peligroso.
Sin embargo, logra captar el voto de los más descontentos con décadas de crisis en el país.
“Logró captar el hastío de los de arriba, los de abajo, los del medio, los chicos, los adultos, el cansancio de todos», le dijo a BBC Mundo Juan Carlos de Pablo, economista de la Universidad de San Andrés y amigo de Milei desde hace más de 30 años.
Por qué ganó
A pesar de que Massa sacó casi siete puntos más que Milei en primera vuelta, el economista logró darle vuelta y se impuso por un margen mucho más amplio del pronosticado, demostrando que la necesidad de cambio era mayor que el miedo que imponía a una parte del electorado.
Poco después de quedar fuera del balotaje, Patricia Bullrich, quien salió tercera el 22 de octubre con casi el 24% de los votos, apoyó la candidatura del libertario, con quien había mantenido ásperos intercambios durante la campaña.
El expresidente Mauricio Macri también pidió a los votantes de Juntos por el Cambio que votaran por Milei, una decisión que fragmentó a esa coalición de centroderecha.
Macri remarcó que Milei no cuenta con suficientes representantes en el Congreso como para aprobar muchas de sus propuestas más extremas, y llamó a votar por él para “liberar y transparentar a Argentina”.
Juan Schiaretti, quien salió cuarto, con casi el 7% de los votos, no tomó partido, aunque sí dejó en claro que considera que Massa es kirchnerista, lo que muchos tomaron como una crítica a su candidatura.