Abuya, Nigeria. – Al menos 150 personas han muerto y más de 3,000 han resultado desplazadas tras las intensas lluvias que provocaron devastadoras inundaciones esta semana en la ciudad de Mokwa, en el centro de Nigeria. Así lo confirmó este sábado Ibrahim Audu Husseini, portavoz de la Agencia Estatal de Gestión de Emergencias del Estado de Níger, quien advirtió que el número de víctimas podría seguir aumentando.
La magnitud del desastre es alarmante: 265 viviendas quedaron completamente destruidas, y dos puentes fueron arrasados por la fuerza del agua. Muchos cuerpos han sido arrastrados por la corriente del río Níger, lo que complica las labores de rescate y dificulta establecer un conteo definitivo de fallecidos.
Entre los casos más desgarradores está el de una familia de 12 miembros, de la cual solo han sido localizados cuatro.
Una tragedia en expansión
Las lluvias torrenciales cayeron entre el miércoles y el jueves, causando el colapso de decenas de casas y dejando varias carreteras totalmente sumergidas. Según testigos en el lugar, algunos cadáveres fueron recuperados entre los escombros, mientras que otros permanecen desaparecidos, probablemente arrastrados por el río.
“Necesitaremos excavadoras para continuar con las tareas de búsqueda”, explicó Husseini.
Respuesta del Gobierno
El presidente de Nigeria, Bola Tinubu, se pronunció en redes sociales sobre la tragedia. Indicó que ya se han movilizado las fuerzas de seguridad para apoyar a los rescatistas y que se están enviando materiales de socorro y asistencia para establecer refugios temporales.
Mokwa, situada a más de 350 kilómetros por carretera de la capital, Abuya, es una de las muchas regiones del país que enfrentan los efectos extremos del clima. Las lluvias intensas, agravadas por la falta de infraestructura adecuada y la cercanía con el río Níger, vuelven cada vez más frecuentes las inundaciones en esta zona.
Las autoridades continúan trabajando en el terreno, aunque advierten que las condiciones siguen siendo difíciles y el balance final podría ser aún más doloroso.