Beirut.- El grupo islamista palestino Hamás dijo hoy que no iniciará un nuevo proceso de negociación con Israel ni liberará a más rehenes si no se detienen los ataques contra la Franja de Gaza, donde el Ejército israelí ha ampliado las operaciones tras la ruptura de la tregua el pasado día 1.
“Reiteramos que no hay negociación ni intercambio (de rehenes) si no cesa la agresión”, dijo el representante de Hamás en el Líbano, Osama Hamdan, en una rueda de prensa desde Beirut.
Apuntó que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, “tiene toda la responsabilidad por las vidas” de los rehenes en poder de Hamás en Gaza, y lo acusó de “obstruir la finalización del acuerdo de intercambio” y de reanudar los ataques contra el enclave palestino.
«(Los rehenes) están expuestos al riesgo de morir por los bombardeos sionistas, y Netanyahu no se preocupa por ellos ni por sus familias ni por sus vidas”, denunció Hamdan. Asimismo, aseguró que “no es posible derrotar al movimiento Hamás” y advirtió al jefe del Gobierno de Israel que su ejército “se está hundiendo cada vez más en el atolladero de Gaza».
La guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza empezó el 7 de octubre, tras un ataque sorpresa del grupo islamista palestino contra territorio israelí que se saldó con más de 1.200 muertos y más de 240 rehenes que fueron trasladados al enclave palestino.
Por su lado, los bombardeos israelíes han causado alrededor de 16.000 muertos en Gaza, la mayoría mujeres y niños, mientras que las autoridades gazatíes estiman que hay más de 7.000 desaparecidos bajo escombros.
La breve tregua iniciada el 24 de noviembre y rota la mañana del 1 de diciembre, mediada por Catar, Egipto y Estados Unidos, permitió un cese provisional de hostilidades en Gaza, la liberación de más de cien rehenes en manos de Hamás a cambio de la excarcelación de 240 presos palestinos y un mayor flujo de ayuda humanitaria hacia el enclave.
Quedan aun 122 cautivos en el enclave, así como los cuerpos de otros 15 rehenes confirmados como muertos, según las autoridades israelíes. EFE