Una pandilla fuertemente armada rodeó un hospital de Haití el miércoles, dejando a mujeres, niños y recién nacidos atrapados en su interior hasta que fueron rescatados por la policía, de acuerdo con el director del centro médico, quien pidió ayuda a través de redes sociales.
El Centro Hospitalario Fontaine es considerado un oásis y un salvavidas en una comunidad dominada por las pandillas, que han desatado enfrentamientos cada vez más violentos entre ellas y hacia los residentes. En consecuencia, los civiles que viven en el extenso barrio marginal de Cité Soleil habitualmente han sido violados, golpeados o asesinados.
El fundador y director del Centro Hospitalario Fontaine, Jose Ulysse, dijo a The Associated Press que las pandillas incendiaban las casas que rodean el hospital e impedían salir a todos los que estaban dentro. En un principio dijo que parecía que algunos pandilleros habían entrado al hospital, pero posteriormente aclaró que nadie ingresó.
Ulysse dijo que miembros de la Policía Nacional de Haití respondieron a su llamado de auxilio y llegaron con tres camiones blindados para evacuar a 40 niños y 70 pacientes hacia una residencia particular en una zona más segura de la ciudad. Entre las personas evacuadas con precaución había niños que requerían de oxígeno, dijo.
«Las pandillas tienen el control absoluto de la zona», comentó.
Un portavoz de la Policía Nacional de Haití no devolvió de inmediato un mensaje en busca de comentarios.
Ulysse dijo que los responsables eran miembros de la pandilla Brooklyn, encabezada por Gabriel Jean-Pierre, mejor conocido como «Ti Gabriel». Jean-Pierre también es el líder de una poderosa alianza de pandillas conocida como G-Pep, una de dos coaliciones rivales en Haití.
La pandilla Brooklyn cuenta con unos 200 miembros y controla ciertas comunidades dentro de Cité Soleil, entre ellas Brooklyn. Se dedican a la extorsión, el robo de mercancías y la violencia generalizada contra la población civil, según un informe reciente de las Naciones Unidas.
«La coalición G-Pep y sus aliados han fortalecido considerablemente su cooperación y diversificado sus fuentes de ingresos, en particular mediante el secuestro extorsivo, lo que les ha permitido reforzar su capacidad de combate», señala el informe.