El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, advirtió el martes que impondrá sanciones «duras y crecientes» a Venezuela si el régimen de Nicolás Maduro continúa rechazando los vuelos de deportación de migrantes venezolanos desde territorio estadounidense. Rubio subrayó que Venezuela está obligada a aceptar el regreso de sus ciudadanos repatriados y que no será objeto de negociación. La amenaza de nuevas sanciones se produce tras varios retrasos y cancelaciones en la aceptación de estos vuelos por parte del gobierno venezolano.
Este ultimátum sigue a la reciente proclamación secreta emitida por el expresidente Donald Trump, quien invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para justificar la deportación de migrantes venezolanos, principalmente vinculados al crimen organizado. En consecuencia, 261 migrantes fueron deportados a El Salvador, donde fueron recluidos en una megacárcel. Esta decisión se basó en un acuerdo entre los gobiernos de Trump y Nayib Bukele, aunque no se presentaron pruebas sustanciales que respaldaran las acusaciones de vínculos con el Tren de Aragua.
Lo que alega Venezuela
Venezuela, por su parte, ha calificado las deportaciones de «secuestro» y ha denunciado violaciones de derechos humanos contra los migrantes deportados. En respuesta, el gobierno venezolano anunció que llevará el caso ante organismos internacionales. A pesar de haber acordado con los Estados Unidos la reanudación de los vuelos de deportación en enero, los vuelos fueron suspendidos nuevamente tras el anuncio de problemas climáticos por parte de Diosdado Cabello, titular de Interior y Justicia de Venezuela.