Este lunes, el Papa Francisco experimentó dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda, a 18 días de su ingreso en el hospital Gemelli de Roma. Según informó la Santa Sede, los episodios fueron causados por una acumulación significativa de mucosidad en los bronquios, lo que derivó en una nueva crisis de broncoespasmo.
Ante esta situación, se le practicaron dos broncoscopias para aspirar las «abundantes secreciones» y se tuvo que retomar la ventilación mecánica no invasiva, un tratamiento común en estos casos para facilitar la respiración. A pesar de los episodios, el Pontífice ha permanecido en todo momento lúcido, orientado y colaborador con el equipo médico.
El Papa, de 88 años, fue ingresado en el hospital Gemelli el 14 de febrero debido a una bronquitis con infección polimicrobiana, que se complicó con una neumonía bilateral. Aunque su pronóstico sigue siendo «reservado», los médicos no han determinado con certeza cómo evolucionará su estado de salud en los próximos días.
Su equipo médico continúa monitoreando su situación de cerca, mientras se mantiene en un tratamiento intensivo.
