Con el 93% de las mesas escrutadas, el oficialismo ganó 23 de las 24 gobernaciones y obtuvo más del 80% de los votos a nivel nacional. Las elecciones legislativas y regionales de este domingo en Venezuela estuvieron marcadas por una baja participación, denuncias de represión y la ausencia de la mayoría de la oposición.
Un triunfo sin competencia real
El Gran Polo Patriótico (GPP), coalición liderada por el chavismo, obtuvo más de 4,5 millones de votos, equivalentes al 82,6% del total, según datos oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE). Los partidos opositores que decidieron participar alcanzaron apenas un 17,3%.
Además, el oficialismo se adjudicó la victoria en 23 de los 24 gobiernos estatales. En la Asamblea Nacional, también se consolidó como fuerza dominante.
Oposición dividida y con alta abstención
La mayoría de los partidos opositores agrupados en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) no participó en los comicios, al considerar que no existían condiciones democráticas tras las polémicas elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
María Corina Machado, líder opositora, calificó la jornada como un “fracaso del régimen” y afirmó que más del 85% de los venezolanos se abstuvo. El CNE, por su parte, reportó una participación del 42,63%, aunque sectores independientes y la oposición estiman que fue mucho menor.
Un proceso bajo tensión y denuncias
Días antes de las elecciones, el gobierno denunció un supuesto plan para atacar embajadas y saboteos, lo que resultó en la detención de al menos 70 opositores, incluyendo a dirigentes como Juan Pablo Guanipa.
Organizaciones y actores opositores denunciaron estas acciones como parte de un clima de represión y miedo, sumado a la ausencia de observadores internacionales independientes, lo que agrava las dudas sobre la legitimidad del proceso.
Aunque la mayoría de la oposición se marginó de los comicios, un sector minoritario decidió postularse, encabezado por Henrique Capriles, Juan Requesens y Manuel Rosales. Esta participación fue duramente criticada por la PUD, que terminó expulsando a sus partidos de la coalición.
Capriles defendió su decisión como una forma de “resistencia electoral”, pero admitió que el escenario político era complejo.
La sombra del 28 de julio
Las elecciones del 25 de mayo fueron las primeras desde los controvertidos comicios presidenciales en los que Nicolás Maduro se proclamó vencedor, sin presentar públicamente las actas que certificaran su triunfo.
La oposición, que denunció fraude en esas presidenciales, presentó documentos que apuntarían a una victoria del candidato Edmundo González Urrutia, hoy exiliado en España tras ser perseguido por la fiscalía venezolana.
Elecciones en el Esequibo pese al fallo de La Haya
Uno de los aspectos más controversiales de estas elecciones fue la inclusión del territorio del Esequibo, zona en disputa con Guyana, como circunscripción electoral. Por primera vez se eligieron allí un gobernador, ocho diputados nacionales y siete regionales.
Esto contraviene un llamado de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que pidió a Venezuela abstenerse de celebrar elecciones en esa zona. El gobierno venezolano, sin embargo, reafirmó que no reconoce la jurisdicción de la CIJ y consideró esta votación como cumplimiento de la voluntad popular expresada en un referendo en 2023.
Por BBC Mundo
