El magnate Elon Musk y el expresidente Donald Trump, que hasta hace poco parecían aliados férreos, ahora se lanzan acusaciones públicas en un cruce que combina denuncias explosivas y disputas fiscales. En apenas una semana, la relación entre ambos pasó de la cooperación a la confrontación total.
¿Cómo empezó la pelea?
La tensión comenzó con la renuncia de Musk como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), desde donde trabajaba para recortar el gasto público en la administración de Trump. Aunque en ese momento aseguraron una “salida amistosa”, Musk dejó claro que las diferencias eran irreconciliables.
El punto álgido llegó esta semana cuando Musk acusó a Trump de estar vinculado a Jeffrey Epstein, el multimillonario que se suicidó en 2019 tras ser arrestado por tráfico sexual de menores. En un mensaje incendiario publicado en su red social X, Musk afirmó:
“Es hora de lanzar la gran bomba: Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos. ¡Que tengas un buen día, DJT!”
Esta acusación directa surgió apenas unas horas después de que Trump amenazara con cancelar todos los contratos públicos con empresas vinculadas a Musk, profundizando así el conflicto.
¿Quién fue Epstein?
Jeffrey Epstein fue un magnate financiero estadounidense con estrechos vínculos con figuras influyentes de la política y las finanzas. Se suicidó en prisión en 2019, poco después de su arresto, y su caso ha generado reclamos para que se publique la lista de sus supuestos cómplices y clientes, así como los registros de vuelos de su avión privado, donde se habrían cometido múltiples abusos.
La grieta fiscal
El escándalo de Epstein no es el único tema que los enfrenta. El plan fiscal impulsado por Trump, ya aprobado en la Cámara Baja, fue otro detonante clave. Con la promesa de extender los alivios fiscales de su primer mandato y sumar nuevas exenciones para atraer votantes, el proyecto incluye beneficios para propinas, horas extra y compras de autos fabricados en EE.UU.
Musk, sin embargo, se desmarcó completamente, calificando el proyecto de ley de “abominación repugnante” y denunciando que prioriza a la industria de los combustibles fósiles por sobre la energía limpia.
“¡Falso! No me enseñaron este proyecto de ley ni una sola vez, y fue aprobado en plena noche tan rápido que casi nadie en el Congreso pudo siquiera leerlo”, respondió Musk en X a las afirmaciones de Trump, quien aseguró que el empresario conocía todos los detalles.
¿En qué queda la relación?
Mientras Trump acusa a Musk de estar desinformado y Musk lo desmiente con vehemencia, el enfrentamiento entre ambos suma cada día nuevos capítulos. La disputa ya no es solo fiscal o política: ahora roza temas explosivos como las conexiones de Epstein y las influencias del poder económico en Washington.
Lo que queda claro es que la alianza que alguna vez compartieron parece haber quedado en el pasado. De la colaboración y el respaldo financiero mutuo, Trump y Musk pasaron a la descalificación pública y a los ataques personales, marcando un nuevo capítulo en la política estadounidense.