El Departamento de Justicia quiere saber si hay más responsables detrás de los abusos cometidos por el magnate, fallecido en 2019.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos quiere entrevistar a Ghislaine Maxwell, exnovia de Jeffrey Epstein, quien cumple una condena de 20 años por colaborar en el abuso sexual de menores. Según informó un alto funcionario, el gobierno busca saber si ella tiene información sobre otras personas que hayan cometido delitos relacionados con este caso.
Maxwell fue una figura clave en la red de explotación dirigida por Epstein, quien se suicidó en prisión en 2019 mientras esperaba juicio por cargos federales. Durante más de una década, Epstein abusó de decenas de niñas, algunas de tan solo 14 años, aprovechándose de su vulnerabilidad y, según los fiscales, con el apoyo directo de Maxwell.
¿Por qué ahora?
El acercamiento a Maxwell ocurre en medio de una presión pública por mayor transparencia en el caso Epstein, especialmente desde sectores afines al expresidente Donald Trump. El fiscal general adjunto Todd Blanche publicó en X que si Maxwell “tiene información sobre alguien que haya cometido delitos contra las víctimas, el FBI y el DOJ están listos para escucharla”. Añadió que Trump “ha pedido liberar todas las pruebas creíbles”.
A la vez, el Departamento de Justicia solicitó recientemente la desclasificación de las transcripciones del jurado investigador del caso, aunque la decisión final queda en manos del juez.
Esto ocurre después de que el mismo Departamento señalara que no había encontrado pruebas para acusar a más personas involucradas, algo que ha generado desconfianza en la opinión pública.
Ghislaine está dispuesta a hablar
El abogado de Maxwell, David Oscar Markus, confirmó que han mantenido conversaciones con las autoridades y que su clienta “siempre testificará con la verdad”. También agradeció a Trump por su “compromiso con descubrir la verdad en este caso”.
Aunque no hay garantías de que de estas entrevistas surjan nuevas acusaciones, las declaraciones de Maxwell podrían abrir una nueva fase en el caso más polémico de tráfico sexual de las últimas décadas.