El presidente Daniel Noboa fue reelegido en Ecuador con una amplia ventaja de casi 12 puntos sobre la candidata del correísmo, Luisa González. Con el 95 % de las actas escrutadas, Noboa obtuvo un 55.7 % de los votos frente al 44.3 % de González. Mientras él celebraba en privado desde su residencia costera, González rechazó los resultados y denunció “el más grotesco fraude electoral”.
González advirtió desde una tarima que su equipo exigirá el reconteo y apertura de urnas, asegurando que el Consejo Nacional Electoral fue manipulado por el poder para “atropellar la democracia”. Minutos después, Noboa respondió: “No queda duda de quién es el ganador. Ecuador está cambiando y eligió un nuevo camino”.
Un libreto invertido
Durante los días previos a la elección, González había acusado a Noboa de sembrar actas falsas en distintas regiones para justificar una supuesta derrota. Su equipo esperaba que, si ganaban, Noboa no reconociera los resultados. Finalmente, ocurrió lo contrario: la candidata de Revolución Ciudadana se negó a aceptar el conteo oficial.
El Consejo Nacional Electoral mostró una victoria clara de Noboa, lo que representa un nuevo revés para el expresidente Rafael Correa y su intento de devolver a su movimiento al poder, tras haberlo liderado por una década hasta 2017.
Mano dura y miedo al pasado
Daniel Noboa, de apenas 37 años e hijo del empresario más rico del país, construyó su campaña en torno a la promesa de seguridad, orden y desarrollo. En los últimos meses, endureció su postura contra el narcotráfico, declaró el estado de excepción y aplicó toque de queda nocturno en varias provincias.
Ese enfoque, junto al temor de muchos ecuatorianos a un eventual retorno del correísmo, le dio resultados. La participación electoral fue alta (casi 84 %), superando en tres puntos a la primera vuelta. Noboa logró movilizar incluso a los mayores de 65 años, que no están obligados a votar, con un mensaje dirigido a castigar la corrupción del pasado.
El correísmo en una nueva encrucijada
A pesar de la diferencia de más de un millón de votos, González anunció que mantendrá la denuncia de fraude y buscará apoyo en las calles. Sin embargo, la contundencia del resultado complica cualquier intento de impugnación.
Por ahora, Ecuador reafirma su apuesta por la continuidad de Noboa y cierra, al menos momentáneamente, la puerta al retorno del correísmo.
(El País)