Un hito histórico se escribió este miércoles con el despegue de los primeros astronautas de India, Polonia y Hungría en más de 40 años, quienes partieron en un viaje privado a la Estación Espacial Internacional (EEI). Esta misión de dos semanas, cuyos costos fueron compartidos por los tres países y organizada por la empresa Axiom Space de Houston, marca un nuevo capítulo en la exploración espacial global.
El cohete Falcon de SpaceX, lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA, superó un retraso de dos semanas debido a preocupaciones por fugas en la propia estación espacial. A bordo de la cápsula, además de los tres novatos, viajó la experimentada astronauta estadounidense Peggy Whitson, quien comanda la misión.
Los nuevos viajeros espaciales incluyen a Shubhanshu Shukla, piloto de la Fuerza Aérea india; Tibor Kapu, ingeniero mecánico húngaro; y Slawosz Uznanski-Wisniewski, experto en radiación y astronauta de la Agencia Espacial Europea por Polonia. Ninguno de ellos había nacido cuando sus predecesores nacionales hicieron historia en el espacio, añadiendo un toque generacional a esta aventura.
Un pedacito de casa en órbita
Más allá de los experimentos científicos, esta misión se destaca por un detalle culinario y cultural: los astronautas llevaron consigo comida que celebra sus raíces. La tripulación disfrutará de curry indio y arroz con néctar de mango, pasta de paprika húngara picante y pierogis polacos liofilizados, una muestra de la diversidad que ahora se eleva al espacio.
La conexión con la historia espacial de sus naciones fue palpable. Bertalan Farkas, el primer cosmonauta de Hungría (quien viajó en una nave soviética en 1980), estuvo presente en el lanzamiento para animar a Kapu, y su oso de peluche, que lo acompañó en su misión original, volvió a subir al espacio con Kapu. Uznanski-Wisniewski, por su parte, llevó la bandera polaca que su predecesor, Miroslaw Hermaszewski, usó en su traje espacial.
Shukla, el astronauta indio, expresó su esperanza de «despertar la curiosidad de toda una generación en mi país» e impulsar la innovación, señalando que este viaje es «el viaje de 1.400 millones de personas».
El impulso de la privatización espacial
Este es el cuarto vuelo fletado por Axiom a la estación espacial desde 2022 y la segunda vez que Whitson comanda una tripulación de la empresa. La NASA, que en el pasado se mostraba reticente a invitados no tradicionales en la EEI, ahora los acoge, cobrando por su estadía e insistiendo en que un astronauta experimentado los acompañe.
Todo esto forma parte del ambicioso plan de la NASA para abrir el espacio y la Luna a empresas privadas. Axiom, junto con otras compañías estadounidenses, planea lanzar sus propias estaciones espaciales en los próximos años, con el objetivo de que estén operativas antes de que la Estación Espacial Internacional sea desmantelada en 2031, tras más de tres décadas de operación. Este vuelo, que se había retrasado por un cambio en las cápsulas de SpaceX, finalmente despegó, marcando un paso más hacia la comercialización del espacio.
