El rey Carlos III del Reino Unido saludó a la multitud tras asistir este domingo con Camila y otros miembros de la familia real a un servicio religioso por Pascua en la iglesia de San Jorge en el castillo de Windsor (a unos 40 kilómetros de Londres).
«Felices Pascuas» y «espero que no hayan cogido frío» fueron algunas de las palabras que el soberano de 75 años compartió con los ciudadanos que se habían congregado desde horas antes a las puertas del templo en los terrenos de la residencia real.
Acompañado de Camila, el rey dio la mano e intercambió breves palabras con las personas que le expresaban sus buenos deseos, y lo hizo con semblante tranquilo y sonriente.
La pareja llegó a la iglesia en torno a las 9:45 GMT para asistir al servicio religioso privado, en la primera aparición pública del soberano desde el pasado febrero.
Diagnóstico
El 5 de ese mes, el palacio comunicó que Carlos III había sido diagnosticado de un cáncer no especificado y que se retiraría de la vida pública hasta próximo aviso, aunque mantendría sus labores de despacho.
El 11 de febrero, el rey acudió con su esposa a una misa en la iglesia de su residencia campestre en Sandringham (este de Inglaterra) y desde entonces solo se le había visto en foto o en mensajes de vídeo, además de un audio que se difundió este jueves con motivo de la ceremonia anual de Royal Maundy.
Labores públicas
Fuentes de palacio indicaron este domingo que, si bien la comparecencia en Windsor no significa que el monarca vaya a retomar sus labores públicas, sí es una señal alentadora de que el tratamiento progresa de manera positiva.
Los grandes ausentes en el servicio religioso fueron los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, que pasan la Semana Santa en familia después de que el 22 de marzo ella revelara que también está en tratamiento oncológico.
El Caribe