La economía argentina da señales de moderación inflacionaria. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la inflación intermensual en octubre fue del 2,7 %, la cifra más baja de los últimos tres años. Aunque el país cerrará el año con una inflación acumulada superior al 100 %, este dato representa un alivio en medio de un panorama complicado.
Un descenso sostenido
La inflación interanual se ubicó en 193 %, marcando la sexta desaceleración consecutiva. Este es un claro contraste con las tasas mensuales de diciembre y enero pasados, que alcanzaron niveles preocupantes del 25,5 % y 20,6 %, respectivamente.
El presidente Javier Milei ha destacado este logro como parte de su estrategia económica ultraliberal, implementada desde su asunción en diciembre de 2023. La devaluación del peso y las políticas de ajuste fiscal y monetario han reducido la demanda y, con ello, la presión sobre los precios.
¿Inflación bajo control?
Milei ha calificado el fenómeno como «inflación inducida», atribuyéndolo a la combinación de la devaluación oficial y la inflación internacional. A pesar del optimismo gubernamental, los analistas privados se mantienen cautelosos. Según datos del Banco Central, se proyecta que la inflación mensual será del 2,9 % en noviembre y del 3,2 % en diciembre, acumulando un 120 % en 2024, frente al 211,4 % registrado en 2023.
Perspectivas para 2025
De cara al próximo año, el Gobierno ha establecido una pauta inflacionaria del 18,3 % anual, aunque los consultores privados anticipan un incremento promedio del 31,4 %. Si bien la situación sigue siendo crítica, los recientes indicadores apuntan a una posible estabilización en el mediano plazo.
La batalla contra la inflación en Argentina es un camino largo, pero los datos recientes ofrecen un respiro en un país acostumbrado a vivir con tasas de inflación alarmantes.
(DW Español)