El expresidente peruano Alejandro Toledo fue condenado a 20 años y seis meses de prisión por su implicación en el caso Lava Jato, tras recibir 35 millones de dólares en sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. Después de un largo proceso judicial, que incluyó más de 170 audiencias y una extradición desde los Estados Unidos, el Poder Judicial sentenció a Toledo por colusión y lavado de activos.
Toledo, quien lideró la transición democrática a principios de los 2000, comenzó su mandato en julio de 2001 con un fuerte simbolismo andino, juramentando en la Fortaleza de Sacsayhuaman. Sin embargo, su legado se ha visto manchado por acusaciones de corrupción. La Fiscalía argumentó que favoreció a Odebrecht en la concesión de la Carretera Interoceánica Sur en 2004 y 2005, usando a su amigo Josef Maiman como intermediario para recibir los sobornos.
A lo largo de su defensa, Toledo ha negado los cargos, alegando falta de pruebas y cuestionando su condena. Durante la lectura de la sentencia, se mostró activo, tomando apuntes y conversando con su abogado. A pesar de su edad y problemas de salud, la corte decidió no suspender la pena debido a los daños causados al Estado peruano.
La compañera de Toledo, Eliane Karp, también enfrenta problemas legales, con una orden de prisión preventiva en su contra desde 2017. La pena de Toledo comenzará a contarse desde el 23 de abril de 2023, concluyendo en 2043, cuando él tendrá 97 años.
Fuente: El País