Santo Domingo.- El presidente Luis Abinader se reunió con 1,000 peluqueros y barberos de Peluqueros RD 2025, un encuentro que mezcló acción social, reconocimiento al oficio y política de cercanía real.
La calle también gobierna
Durante la jornada, los participantes regalaron 5,000 cortes de cabello a comunitarios. No fue pose ni show vacío. Fue trabajo directo, mano a mano, demostrando cómo un oficio sencillo puede impactar barrios completos y levantar autoestima donde más hace falta.
El evento se realizó en el Polideportivo Nuevo Domingo Savio, convertido por un día en barbería gigante, punto de encuentro y espacio de respeto para una clase trabajadora que rara vez recibe micrófono.



Un corte con peso simbólico
Abinader se dejó recortar por Billy Núñez, barbero con más de 50 años en el oficio. El gesto habló solo: respeto al trabajo, a la experiencia y a la gente que vive del día a día sin alfombra roja.
El presidente definió a los peluqueros como un sector de alto impacto social, por su contacto directo con la comunidad y su rol silencioso en la dignidad y bienestar de miles de familias.
Promesas con forma concreta
Desde el Gobierno se empuja la creación de una cooperativa formal, pensada para ahorro, financiamiento y estabilidad futura. Abinader dijo que no es discurso, sino una herramienta real para crecer sin improvisar.
También ordenó acelerar reuniones para crear una línea especial y un capítulo exclusivo para peluqueros, además de evaluar un club del sector, con énfasis en el Distrito Nacional.


Talento dominicano que cruza fronteras
El mandatario resaltó que peluqueros dominicanos ya brillan en Estados Unidos, Suiza, Chile y Argentina, prueba de que este oficio exporta talento, disciplina y marca país.
Cerró deseando una Navidad en paz y un 2026 con salud y trabajo, dejando claro que este gremio está en la agenda, no en la foto.
“Aliado y amigo”
Domingo Herrera, presidente de Asopedin, fue directo: Abinader es el mandatario que más ha escuchado al sector. Dijo que muchos pasaron por el poder, pero solo uno se sentó a entenderlos.Para Herrera, este encuentro marca un antes y un después en la historia de la peluquería dominicana. Reconocimiento, familia y respeto, aseguró, se reflejan hoy en el liderazgo que recibieron.

