Las cremas de noche tienen un papel fundamental en el cuidado de nuestra piel, ya que aprovechan los ritmos circadianos para mejorar su regeneración y reparación. Durante la noche, la piel es más receptiva y permeable, lo que permite que los ingredientes activos penetren mejor y proporcionen un mayor beneficio.
Mientras dormimos, las células de la piel se regeneran y producen más colágeno, lo que las hace más receptivas a los ingredientes anti-envejecimiento y reparadores. Además, la falta de producción de sebo durante el sueño aumenta la necesidad de hidratación, razón por la cual las cremas de noche, que suelen ser más hidratantes, son esenciales para restaurar la humedad perdida.
Es importante que la piel esté limpia antes de aplicar la crema y que se realice un masaje suave para potenciar su absorción. En particular, la zona de los ojos, más delicada y propensa a mostrar signos de envejecimiento, debe ser tratada con especial cuidado.
¿Cómo elegir la mejor crema de noche?
Lo más importante al elegir una crema de noche no es su precio ni su fragancia, sino los ingredientes que contiene. Ingredientes como el ácido hialurónico, la sangre de drago, la betaína y la vitamina E son altamente recomendados. Además, es crucial que las cremas estén libres de parabenos, siliconas y sulfatos. Aunque nunca es tarde para comenzar a usarlas, lo ideal es empezar en la veintena, cuando la producción de colágeno comienza a disminuir.