Taylor Swift ha anunciado que finalmente es dueña de todo su catálogo musical, incluyendo los seis álbumes que originalmente lanzó con el sello Big Machine Records. Con esta adquisición, la estrella pop cierra un ciclo de años de disputas por los derechos de su obra más temprana.
“Toda la música que he hecho ahora me pertenece”
En una publicación difundida este viernes en su sitio web oficial, Swift confirmó que compró el catálogo a la firma de capital privado Shamrock Capital, actual propietaria de sus grabaciones originales. Aunque no reveló la cifra, expresó su emoción con un mensaje directo a sus fans: “Las mejores cosas que han sido mías… finalmente lo son de verdad”.
Una larga batalla por sus derechos
La lucha de Swift por recuperar su música comenzó en 2019, cuando el mánager musical Scooter Braun adquirió su catálogo sin su consentimiento. Desde entonces, la artista emprendió una estrategia sin precedentes: volver a grabar sus primeros álbumes bajo el sello Taylor’s Version, logrando así tener el control sobre cómo se utilizan y comercializan.
Hasta ahora, Swift ha regrabado y lanzado cuatro de sus seis primeros discos: Fearless (Taylor’s Version), Red (Taylor’s Version), Speak Now (Taylor’s Version) y 1989 (Taylor’s Version). Todos han debutado en el número uno del Billboard 200 y han sido bien recibidos tanto por crítica como por el público.
¿Qué sigue en el proyecto Taylor’s Version?
Aunque muchos fans esperan el lanzamiento de Reputation (Taylor’s Version), Swift reveló en su carta que aún no ha regrabado “ni un cuarto” de ese álbum. Lo que sí confirmó es que ya completó la regrabación de su disco debut Taylor Swift, y aseguró estar “realmente encantada con cómo suena ahora”.
La recuperación de su catálogo representa un hito no solo para Swift, sino para la industria en general. Su caso ha reabierto debates sobre los derechos de los artistas sobre su obra, y ha demostrado que es posible enfrentarse al sistema tradicional con éxito, creatividad y respaldo del público.
