Un director famoso por el horror, pero aquí se pone más psicológico
David Cronenberg es conocido por películas retorcidas como La mosca o Crash, donde lo corporal y lo mental se mezclan de forma inquietante. Pero en Una historia de violencia, da un giro y se mete más en los dilemas internos de sus personajes: identidad, familia, secretos. Eso sí, sigue siendo igual de intenso.
¿De qué va la historia?
Tom Stall (Viggo Mortensen) vive tranquilo en un pueblo de Indiana, con su esposa y dos hijos. Todo cambia cuando frustra un asalto en su cafetería y se vuelve un héroe local. Pero su pasado —que intentaba dejar atrás— vuelve a buscarlo en forma de unos mafiosos que aseguran saber quién es realmente.
Y no es alguien tan inocente como parece.
Con solo 97 minutos, la película no pierde tiempo: va directo al grano. Cada escena está llena de tensión, silencio y miradas que dicen más que mil palabras.
La violencia no es gratuita: está bien puesta, calculada, y sirve para mostrar que, a veces, lo que creemos enterrado vuelve a explotar.
¿Por qué todos la recomiendan?
La película recibió 2 nominaciones a los Premios Oscar (mejor guion adaptado y mejor actor secundario) y fue ampliamente elogiada por la crítica.
Es cine de autor en clave de thriller, sin excesos ni concesiones. Un Cronenberg maduro, sereno y tan incisivo como siempre. Nuestra crítica de ‘Una historia de violencia’ de cinco estrellas, escrita por Ricardo Aldarondo, lo deja claro calificándola de «apasionante».
