Arranca la histórica residencia de 30 conciertos en Puerto Rico con un espectáculo que mezcla orgullo, raíces y visión global
Bad Bunny volvió a hacer historia. Este viernes 11 de julio dio inicio a su esperada residencia de 30 conciertos en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, conocido como El Choli, con un show de tres horas que fue mucho más que música: fue una celebración total de la identidad puertorriqueña.
Con todas las boletas vendidas y un escenario a casa llena, el “Conejo Malo” transformó el Choli en una vitrina de excelencia boricua, combinando géneros, visuales impactantes, mensajes históricos y hasta invitados sorpresa como LeBron James y Draymond Green.
Una noche que comenzó con historia
Antes de que sonara la primera canción, una pantalla gigante proyectó datos sobre la cultura, las raíces y la resiliencia de Puerto Rico. “El sancocho cura cualquier cosa, según nuestras abuelas”, decía una de las frases que se mezclaba entre datos sobre la bomba, la plena y la fundación de San Juan. Así se fue preparando el terreno para una noche que dejó claro que esta residencia no es solo un show, sino una afirmación de identidad.
Benito salió al escenario vestido con un atuendo que parecía evocar a los taínos, las raíces indígenas de la isla. Comenzó con “DTmF” y repasó éxitos de su álbum Debí Tirar Más Fotos, como “KETU TeCRÉ” y “PIToRRO DE COCO”, además de clásicos como “El apagón” y “Ni bien ni mal”.
Más que música: un homenaje a los que vinieron antes
En pleno show, Bad Bunny hizo una pausa para rendir homenaje a los pioneros del reguetón y la música latina. Tego Calderón, Ivy Queen, Don Omar, Wisin y Yandel, entre otros, fueron mencionados con respeto. “Esto es para ustedes. Para nosotros”, dijo, reforzando la idea de comunidad por encima del ego.
El espectáculo tuvo momentos dedicados a la bomba y la salsa, con trajes y escenografías que rendían tributo a las leyendas de la diáspora puertorriqueña como Héctor Lavoe y la era de la Fania. Fue una clase de historia hecha música, coreografía y estilo.
Un hito cultural… y económico
Pero esto no es solo arte. La residencia, llamada “No Me Quiero Ir De Aquí”, podría generar más de 200 millones de dólares para la economía local, según estimaciones. Más de 250 mil personas —muchas del extranjero— visitarán Puerto Rico durante las 30 funciones. La ocupación hotelera ha subido hasta un 75%, y los negocios locales están preparando paquetes y experiencias especiales para los visitantes.
Jorge L. Pérez, gerente del Coliseo, lo dijo claro: “Esto es una afirmación de nuestro talento creativo y de nuestro lugar en el entretenimiento global”. Y es que esta serie de conciertos pone a Puerto Rico en el mapa como destino de eventos culturales de alto nivel.
Cerca de la medianoche, Bad Bunny cerró la primera función de su residencia con una enorme bandera puertorriqueña ondeando sobre el escenario, rodeado de sus bailarines. Fue un cierre emotivo, un acto de gratitud y orgullo. Un recordatorio de que, a pesar del éxito global, Benito Martínez Ocasio sigue conectado con su gente y su tierra.
“No me quiero ir de aquí” no es solo el nombre del show. Es una declaración de amor. Y también una promesa.