Una controversia está sacudiendo la industria musical, luego de que se acusara a Universal Music Group (UMG) de pagar a servicios de streaming como Apple Music y Spotify para manipular los resultados de búsqueda de Siri y desviar a los usuarios hacia un diss track de Kendrick Lamar, en lugar de la música de su colega Drake. Según un informe del medio Vibe, los usuarios que pedían a Siri que reprodujera el álbum Certified Lover Boy de Drake terminaban escuchando Not Like Us de Lamar.
Este supuesto intento de competencia desleal se produce en un contexto en el que ambos artistas, Drake y Lamar, están bajo el mismo sello discográfico, Republic Records, propiedad de UMG. Si bien no se ha confirmado oficialmente que los servicios de streaming estuvieran involucrados en este tipo de manipulación, el artículo ha generado gran revuelo en redes sociales y entre los fanáticos de ambos artistas.
UMG ha respondido a las acusaciones, calificándolas de «ofensivas y falsas». En un comunicado, un portavoz de la compañía defendió la integridad de las campañas de marketing y promoción de UMG, asegurando que la empresa sigue «las más altas prácticas éticas» y que los fans son los que realmente deciden qué música escuchar. A pesar de esta defensa, la controversia continúa alimentando especulaciones sobre la relación de poder dentro de la industria y la influencia de las grandes discográficas.
Por otro lado, el lanzamiento reciente de GNX, el sexto álbum de Kendrick Lamar, ha añadido un nuevo capítulo a su carrera, que se ha visto potenciado por la noticia de que Lamar será el encargado de protagonizar el espectáculo de medio tiempo en el Super Bowl de 2025. Este giro en su carrera, junto con las acusaciones contra UMG, está dando mucho de qué hablar, tanto en el mundo de la música como entre los seguidores de ambos artistas.
La disputa entre los dos artistas, una de las más mediáticas de la actualidad, se ve reflejada en los movimientos estratégicos de UMG, y podría tener repercusiones no solo en la carrera de Lamar y Drake, sino también en la manera en que las discográficas gestionan las plataformas de streaming.
