EsquinaRD. – En 2025 quedó claro que el negocio musical ya no gira alrededor de los discos ni del streaming. El verdadero poder está en la tarima. Las grandes giras no solo llenaron estadios, también confirmaron quiénes son hoy las marcas más fuertes del entretenimiento global.
Según datos de Billboard, las giras concluidas este año movieron cifras históricas y marcaron una tendencia clara de que el público paga por experiencias memorables, no solo por escuchar canciones.
El liderazgo del espectáculo total
En la cima del ranking aparece Coldplay, con US$464 millones recaudados. Music of the Spheres World Tour no fue solo una gira, fue una experiencia sensorial diseñada para estadios: producción sostenible, narrativa global y un mensaje que conectó con audiencias de todos los continentes.
Muy cerca, Beyoncé volvió a demostrar que cada tour suyo es un evento cultural. Con US$407 millones, su gira combinó coreografía, discurso artístico y control creativo absoluto, reafirmando su estatus como una de las figuras más influyentes de la industria.
El tercer lugar lo ocupan Kendrick Lamar y SZA, cuya gira conjunta alcanzó US$358 millones. Más que una suma de nombres, fue una alianza que llevó el hip-hop y el R&B a una escala de estadio sin perder profundidad artística.
Estética, concepto y conexión
Con US$336 millones, The Weeknd apostó por una narrativa visual futurista que convirtió cada concierto en un capítulo de su universo creativo. En tanto, Shakira regresó con fuerza a los escenarios y recaudó US$327 millones, confirmando que su conexión con el público latino y global sigue intacta.
El listado lo completan Chris Brown (US$248M), Imagine Dragons (US$241M), Post Malone (US$231M), Ed Sheeran (US$214M) y Stray Kids (US$185M), confirmando además la consolidación definitiva del K-pop como fenómeno global rentable.
La lectura de 2025
Más allá de los números:
• Las giras de estadios son el formato dominante.
• El artista que controla su narrativa controla su negocio.
• La música en vivo es hoy el principal motor económico de la industria.
2025 no fue solo un gran año para los conciertos. Fue el año en que la música en vivo se consolidó como el centro del poder cultural y financiero del entretenimiento. Quien llena estadios, hoy, también define la conversación global.
