El mundo está a la espera de Griselda, la nueva serie de Netflix protagonizada por Sofía Vergara, que se estrenará el 25 de enero. La colombiana ha viajado por varios países y ha disparado las expectativas en una gira promocional que arrancó en España.
Allí inició lo que parece ser un camino seguro al éxito: las respuestas de la barranquillera al presentador del programa de televisión El Hormiguero se hicieron virales y generaron toda una serie de reflexiones alrededor de su espontaneidad, humor y agilidad mental; y también sobre los presupuestos machistas desde los que se habría planteado la entrevista.
Ahora la trama da un nuevo giro con la aparición en escena de los hijos de la verdadera Griselda Blanco, la narcotraficante en la que se basa la serie, fallecida en 2012. Sus herederos buscarían evitar el estreno de la producción.
De acuerdo con el portal TMZ, un medio estadounidense de noticias de entretenimiento conocido por sus exclusivas, la actriz, quien también es coproductora de la serie, aparece como demandada por los hijos de Griselda, quienes consideran que se le está dando un uso no autorizado a la imagen de su madre.
Según uno de ellos, Michael Corleone Blanco —llamado así en honor al hijo del capo de la mafia de El Padrino—, en el pasado él ya había prestado su exclusividad, sus derechos de vida y los de su madre a otro estudio y otros productores.
De acuerdo con el portal TMZ, un medio estadounidense de noticias de entretenimiento conocido por sus exclusivas, la actriz, quien también es coproductora de la serie, aparece como demandada por los hijos de Griselda, quienes consideran que se le está dando un uso no autorizado a la imagen de su madre.
Según uno de ellos, Michael Corleone Blanco —llamado así en honor al hijo del capo de la mafia de El Padrino—, en el pasado él ya había prestado su exclusividad, sus derechos de vida y los de su madre a otro estudio y otros productores.
En una entrevista que le concedió al periodista colombiano Daniel Coronell el 12 de enero, transmitida por la emisora La W, aseguró que aunque está agradecido de que una reina colombiana —“porque eso es lo que ella es”, dice— y una mujer tan fuerte en la industria esté haciendo el papel de su mamá, también es una “cachetada en la cara” que no le hubiera consultado a la familia. “Me pregunto, si de verdad quería hacer el papel completo y el papel bien hecho, por qué no se acercó a la familia o por qué no se contactaron conmigo, el hijo menor, el que compartió con ella día y noche, el que sabía cómo hablaba, caminaba. Mi mamá y yo éramos muy cercanos. Entonces a la misma vez me siento un poco ofendido, tal como mi mamá si estuviera viva”, añadió Michael. Cuando se le preguntó si pensaba presentar una demanda, respondió: “Por el momento mis abogados me han sugerido no hablar del tema”.
El País