Jeff Bezos no se anda con pequeñeces, y su boda con Lauren Sánchez no será la excepción. El magnate de Amazon tiene todo listo para un evento de tres días que promete paralizar Venecia. Con cinco hoteles de lujo reservados, taxis acuáticos bloqueados y un secretismo digno de una operación encubierta, la ciudad italiana se prepara para un festín de millonarios que dejará huella (y muchos euros en caja).
Boda VIP: Sánchez y Bezos en modo exclusivo
Del 24 al 26 de junio, la «Serenissima» será el escenario de una de las bodas más mediáticas del año. La lista de invitados, que se mantiene bajo llave, incluirá a 250 personas del mundo del entretenimiento, la tecnología y la política. Las ubicaciones exactas del evento se revelarán a último momento, en un intento por evitar paparazzis y curiosos.
Los locales, sin embargo, ya han sentido el impacto: con la flota de taxis acuáticos monopolizada por la celebración, moverse por los canales podría convertirse en una misión imposible para los venecianos y turistas.
Hoteles de cinco estrellas y una factura millonaria
Para alojar a su exclusiva comitiva, Bezos ha reservado cinco de los hoteles más lujosos de la ciudad: Gritti Palace, Hotel Danieli, Aman Venice, Belmond Hotel Cipriani y The St. Regis Venice.
La boda del fundador de Amazon también impactará en la economía local. Según el alcalde Luigi Brugnaro, el evento dejará «un impacto económico millonario» en la ciudad. No es para menos: con hospedajes de lujo, servicios VIP y seguridad extrema, el gasto será astronómico.
El vestido de Lauren y la expectativa mediática
Lauren Sánchez ha dado de qué hablar con su estilo audaz, como lo demostró en la ceremonia de Donald Trump a inicios de año. Ahora, los ojos están puestos en su atuendo para la gran boda: ¿opción clásica o escote de impacto?
Los medios italianos ya han bautizado el enlace como «la boda del siglo», comparándola con la de George y Amal Clooney en 2014. Mientras el mundo espera las primeras imágenes, Venecia se prepara para un fin de semana donde el romance y el derroche irán de la mano.
(El Clarín)
