Por EFE. En un evento cargado de excentricidad y simbolismo, Justin Sun, fundador de la plataforma de criptomonedas Tron, decidió comerse una banana pegada a una pared con cinta adhesiva, que había adquirido por la impactante cifra de 6.2 millones de dólares.
El peculiar momento ocurrió en un lujoso hotel de Hong Kong, donde el empresario chino-estadounidense devoró la obra de arte titulada Comedian, creada por el artista italiano Maurizio Cattelan, frente a un público compuesto por periodistas e influencers.
«Es mucho mejor que las otras bananas», bromeó Sun después de probar el primer bocado. También aprovechó para alabar la obra como «icónica» y comparar el arte conceptual con el mundo de las criptomonedas.
Una obra que siempre genera debate
La pieza, subastada por la casa Sotheby’s la semana pasada, consta de una banana adherida a la pared con cinta adhesiva y ha sido motivo de conversación desde su primera aparición en 2019. Con tres versiones oficiales, la obra cuestiona las nociones tradicionales del arte y su valor.
Al ganar la subasta, Sun aseguró que no tardó más de 20 segundos en decidir que se comería el plátano como parte de su experiencia con la obra. “Comerla durante una rueda de prensa también puede formar parte de la historia de esta creación”, explicó.
Una obra reemplazable
Aunque el plátano es perecedero, el propietario recibe un certificado de autenticidad e instrucciones para reemplazarlo una vez que empiece a descomponerse. Esto subraya el enfoque conceptual de la pieza, que busca provocar reflexión sobre el consumo, el mercado del arte y su propósito.
Con este acto, Justin Sun convirtió el arte en un acto efímero y dejó una huella en la historia de Comedian, demostrando que incluso una banana puede tener un precio exorbitante… y terminar como un simple bocado.