SANTO DOMINGO.- La implementación de una reforma fiscal tiene que impulsar el desarrollo humano y económico, así indicó Edwin De los Santos, presidente de la Cámara Americana De Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR).
Consideró que en este contexto es importante que se debata y consensue principalmente la reducción de trabas que afectan el desarrollo empresarial, comercial e industrial, en especial las que atañen al emprendimiento para las medianas y pequeñas empresas, de modo que se pueda hacer frente a los retos que conllevaría una reforma tributaria con la magnitud recaudatoria que ampliamente se ha comentado, y permita a los sectores productivos mantener un ritmo de estabilidad y crecimiento en el mediano y corto plazo.
Por ello, contempla que una reforma fiscal debe conllevar para su implementación, en paralelo, un conjunto de prioridades estratégicas y decisiones legislativas que aceleren la transformación hacia un Estado ágil y libre de redundancias o duplicidades en los trámites burocráticos.
Asimismo, aclaró que esta incentive la competitividad nacional mediante procesos simplificados, armonizados y homologados entre las instituciones públicas, eficientizando y orientando la composición de la administración pública y sus instituciones para la facilitación de las inversiones.
Esto a su vez, acelerará la transformación digital del Estado, aunando criterios de permisologías y de transparencia a nivel de los gobiernos municipales, eficientizando el ordenamiento vial, combatiendo expeditamente el comercio desleal contra empresas que asfixian económicamente a los comercios y a pequeñas y medianas empresas en distintos puntos de la geografía nacional mediante prácticas anticompetitivas y degradatorias del recaudo fiscal.
Reconoció que si bien el establecimiento de nuevos ingresos es necesario para atender el desenvolvimiento del Estado, es esencial que para el incremento de dichos ingresos se debe alcanzar una combinación de acciones, tales como la priorización en el gasto público, la eficientización de la inversión pública, la eficacia de la recaudación tributaria, como también en la ponderación del impacto de nuevas cargas tributarias, y la gradualidad para su implementación, cuando corresponda.
Asimismo, expresó que la República Dominicana se encuentra bien inmersa en la competencia del comercio global y su reordenamiento geopolítico, y para ello la estabilidad política y la predictibilidad sobre el retorno de inversiones, son los fundamentos principales para ese posicionamiento.
Reconoció las iniciativas y esfuerzos del gobierno dominicano ya en curso, para acelerar la prosperidad, disminuyendo la pobreza y ampliando la asistencia social, así como la apertura de las autoridades en trabajar de la mano con el sector privado para la transformación del Estado, siendo justamenteeste uno de los elementos diferenciadores de la República Dominicana frente al mundo.
“Confiamos que esta es otra gran ocasión para traducir la adversidad en oportunidades que nos lleven al siguiente nivel de desarrollo todos juntos”, concluyó.