Roma. El índice de referencia de los precios de los alimentos básicos en el mundo, que elabora la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), subió en julio tras la salida de Rusia del acuerdo del de Marzo Negro, que permitía exportar grano ucraniano en plena guerra.
El indicador de la FAO, que hace un seguimiento de las variaciones mensuales en los precios de los productos alimentarios básicos más comercializados en todo el mundo, alcanzó una media de 123,9 puntos en julio, un 1,3 % más que el mes anterior.
Entre los productos básicos que más se han encarecido destacan los aceites vegetales, con una subida de 12,1 puntos tras siete meses consecutivos de caída y que el organismo achaca directamente a Moscú y su decisión de terminar con el pacto que permitió estabilizar el suministro de grano en plena invasión de Ucrania.
“Los precios mundiales de los aceites de palma, soja y colza aumentaron debido a las preocupaciones sobre las perspectivas en los principales países productores”, indica la FAO en su informe, que sitúa al aceite de girasol como el más afectado con un repunte del 15 % en el último mes.
La decisión rusa también ha tenido un efecto directo en los precios del trigo, que han aumentado 1,6 %, el primer incremento en nueve meses.
De hecho, la semana pasada el secretario general de la ONU, António Guterres, urgió a Rusia durante una cumbre de la FAO a que retome la iniciativa, que permitía la exportación de cereales y fertilizantes ucranianos, “fundamentales para garantizar la estabilidad en el suministro y los precios».
A pesar de la subida generalizada, el organismo subraya que los precios están muy por debajo de los valores que alcanzaron hace un año, hasta un 11,8 % menos que en julio de 2022, gracias en parte a que Latinoamérica ha equilibrado algunos desajustes.
“El índice de precios de los cereales disminuyó un 0,5 % desde junio, impulsado por una caída del 4,8 % en las cotizaciones internacionales de cereales secundarios debido al aumento de los suministros estacionales de maíz de las cosechas en curso en Argentina y Brasil y a una producción potencialmente superior a la prevista en EE.UU.”, argumenta la FAO.