Santo Domingo.- En un año movido a nivel global, el sistema financiero dominicano caminó derecho. El Banco Central asegura que la banca mostró estabilidad y resistencia, ganando más peso dentro de la economía y consolidándose como uno de los pilares del crecimiento.
Activos que pesan en el PIB
A noviembre de 2025, los activos totales crecieron en más de RD$343,000 millones y alcanzaron RD$4.19 billones, equivalentes al 52.6 % del PIB. El empuje vino del aumento del crédito y de inversiones que siguieron marcando ritmo.
La cartera de crédito subió hasta RD$2.30 billones, mientras las inversiones rondaron RD$1.0 billón, reflejando un sistema activo, en movimiento y con capacidad de financiar consumo y producción.
Crédito sano y morosidad controlada
El 72 % de los préstamos se colocó en clientes con calificación A, es decir, gente que paga a tiempo. Gracias a eso, la morosidad se mantuvo en 1.9 %, un nivel que el Banco Central considera estable y manejable.
Además, el sistema guarda respaldo: por cada peso vencido, hay RD$1.62 en provisiones. Esa cobertura del 162 % refuerza la confianza y reduce riesgos ante cualquier sacudida económica.
Depósitos que reflejan confianza
Los ahorrantes siguieron apostando a la banca local. Los depósitos en pesos crecieron hasta RD$2.27 billones, mientras los depósitos en dólares superaron los US$14,500 millones, representando una porción clave del flujo de divisas.
Ese respaldo permitió fortalecer el patrimonio del sistema, que alcanzó RD$511,000 millones, con un índice de solvencia de 17.07 %, muy por encima del mínimo legal exigido.
La Junta Monetaria activó medidas preventivas y pruebas de estrés que confirmaron algo claro: incluso en escenarios difíciles, el sistema tiene capital suficiente para seguir operando sin frenar servicios financieros esenciales.
También se reforzó el fondo de contingencia, protegiendo los ahorros hasta RD$2,355,000 por depositante, junto a ajustes en normas cambiarias y de riesgo operacional para mayor transparencia.
Intereses a la baja
Las tasas dieron un respiro. La interbancaria cayó de 12.59 % en junio a 7.05 % en diciembre, una reducción fuerte. Las tasas activas también bajaron, abaratando el costo del dinero para familias y empresas.
El Banco Central proyecta que en 2026 el crédito crezca entre 10 % y 12 %, con activos rondando otra vez el 52 % del PIB, manteniendo la ruta de fortalecimiento.

