Los Minnesota Timberwolves no dieron espacio para dudas. Dominaron desde el arranque y vencieron 117-93 a unos Golden State Warriors sin Steph Curry, este jueves en el Target Center. Con este triunfo, igualaron 1-1 la semifinal del Oeste.
Minnesota abrió el juego con una ráfaga de 15-0. Golden State tardó más de cinco minutos en anotar, cuando Jimmy Butler encestó un triple. Los Wolves cerraron el primer cuarto con ventaja de 29-15 y estiraron la diferencia a 22 en el segundo.
Steve Kerr buscó respuestas en todos sus jugadores. Usó los 14 disponibles, pero nada funcionó. Los Warriors perdieron 20 balones y apenas anotaron 9 de 32 triples (28%). Redujeron la desventaja a siete en el tercer cuarto, pero Minnesota reaccionó rápido y recuperó una ventaja de 20 puntos.
Ambos equipos vaciaron sus bancas en el último cuarto.
Jonathan Kuminga lideró a Golden State con 18 puntos desde la banca. Butler agregó 17 puntos, siete rebotes y cuatro asistencias. Pero el show fue de Minnesota.
Anthony Edwards encendió las alarmas al torcerse el tobillo en el segundo cuarto. Salió cojeando, pero volvió tras el descanso y terminó con 20 puntos, nueve rebotes, cinco asistencias, tres robos y un bloqueo. Trece de sus puntos llegaron tras la lesión.
Julius Randle brilló con 24 puntos, 10 asistencias y siete rebotes. Jaden McDaniels incomodó en ambos lados de la cancha con 16 puntos, tres robos y tres tapones. Nickeil Alexander-Walker anotó 18 puntos con cuatro triples y Donte DiVincenzo sumó nueve con tres triples.
Los Wolves lanzaron para 43% en triples (16 de 37) y nunca soltaron el control del partido. Además, Draymond Green volvió a generar polémica al recibir su quinta técnica de los playoffs por un codazo a Naz Reid. Estuvo cerca de ser expulsado.
Minnesota llega a San Francisco con el impulso y la confianza de haber borrado por completo a los Warriors sin su estrella. El Juego 3 se jugará el sábado.