Rachas, señales y números que no mienten en el cierre caliente del campeonato
Santo Domingo.- La LIDOM apretó el paso y esta semana dejó mensajes directos. Hubo equipos en control total, otros sobreviviendo con lo justo y varios jugando con fuego. Bateo oportuno, pitcheo firme y contexto marcan la diferencia real.
Águilas Cibaeñas (29–13)
Las Águilas sostienen su ofensiva sin caerse del mapa. El OPS de .734 confirma constancia, aunque el .226 con corredores en posición anotadora sigue siendo una piedrita incómoda. El panorama cambia con Geraldo Perdomo y los regresos que refrescan el lineup.
Toros del Este (24–17)
Los Toros jugaron una semana redonda y sin discusión. Batearon cuando había que hacerlo y cerraron juegos desde el montículo. AVG de .381 con RISP y ERA de 2.50 no son casualidad: es un equipo engranado y caminando firme.
Estrellas Orientales (18–25)
Las Estrellas llegan a base, pero el daño no aparece. El OBP de .317 maquilla una ofensiva sin castigo real, apenas nueve extrabases. La salida de Miguel Sanó rumbo a Japón deja un hueco de poder que pesa más de lo que dicen los números.
Leones del Escogido (18–24)
El Escogido soltó el bate y lo dejó claro con 37 carreras, incluyendo una noche de 15. El .281 con RISP confirma mejoría real. La baja de Héctor Rodríguez obliga a mantener el ritmo sin tanto margen de error.
Tigres del Licey (19–22)
El Licey mostró disciplina y paciencia, sumando 18 boletos que reflejan mejor enfoque. Aun así, el OPS de .596 mantiene la alarma encendida. El progreso existe, pero en una tabla apretada, cada turno pesa como oro.
Gigantes del Cibao (17–24)
Semana negra sin rodeos. Seis derrotas al hilo, OPS de .606 y ERA de 5.47 pintan un cuadro completo de problemas. Sin respuesta ofensiva ni control desde el montículo, el sótano aprieta y el reloj corre sin pausa.
La liga entra en modo serio. Aquí ya no gana el que promete, gana el que ejecuta. Y los números, esta semana, hablaron duro y claro.
