Draymond Green dejó el juego del sábado tras sufrir rigidez en la pantorrilla izquierda. Apenas jugó tres minutos en la victoria de los Golden State Warriors por 122-114 sobre Washington. Green regresó al banquillo pero cojeaba visiblemente. Este domingo, se someterá a una resonancia magnética para determinar la gravedad de su lesión, según confirmó el entrenador Steve Kerr.
Stephen Curry también dejó el partido brevemente tras torcerse el tobillo izquierdo en el último minuto, pero aseguró que planea jugar contra los Boston Celtics el lunes. «Me siento muy bien. Nos vemos el lunes», dijo Curry tras el partido.
El estado de Green es incierto. «Realmente no sabemos qué tan grave es. Esperaremos los resultados de la resonancia y lo evaluaremos en los próximos días», comentó Kerr. Green acababa de regresar tras perderse tres juegos por una enfermedad y problemas de espalda.
Los Warriors atraviesan una racha de lesiones. Curry ha jugado con un pulgar lesionado y dolor en las rodillas. Jonathan Kuminga sigue fuera desde el 4 de enero por un esguince de tobillo, mientras que Brandin Podziemski y Kyle Anderson no están disponibles por molestias abdominales y en el glúteo, respectivamente.
Antes de este partido, Green promediaba 8.7 puntos, 6.2 rebotes y 5.6 asistencias, destacándose como líder defensivo y pieza clave en el ataque de Golden State. Con un récord de 21-20, los Warriors enfrentan un desafío significativo para mantener su competitividad en medio de tantas bajas.

