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Schwarber desata la furia de los Phillies con dos jonrones en la victoria ante los Dodgers

Phillies responden bajo presión

Los Philadelphia Phillies evitaron la eliminación al vencer 8-2 a los Los Angeles Dodgers en el Juego 3 de la NLDS, gracias a una noche monumental de Kyle Schwarber, quien sacudió dos jonrones, incluido un batazo de 455 pies que encendió la remontada en el Dodger Stadium.

“Cuando la pelota salió, sabía que era jonrón, pero no vi dónde cayó. Solo quería levantar al equipo”, dijo Schwarber tras el partido.

Schwarber rompe su sequía con un 455-foote

Hasta el cuarto inning, los Phillies estaban sin hits y Schwarber arrastraba una racha de 0-22 desde el final de la temporada regular.
Todo cambió con un solo swing: un bombazo de 455 pies que salió del bate a 117.2 mph, volando por completo las gradas del jardín derecho.

El batazo no solo despertó al dugout, sino que también rompió la inercia ofensiva del equipo.
A partir de ahí:

  • Bryce Harper y Alec Bohm conectaron sencillos consecutivos.
  • Un error defensivo permitió que Harper anotara.
  • Brandon Marsh selló la entrada con un elevado de sacrificio.

La remontada convirtió un 0-1 en un 3-1 que cambió el rumbo del partido.

Un swing que cambió todo

El manager Rob Thomson reconoció que ese jonrón fue “el golpe que despertó a todos”.
A partir de ese momento, la ofensiva fluyó como no lo había hecho en toda la serie.
Schwarber volvió a castigar en el octavo inning con un segundo cuadrangular, esta vez ante Clayton Kershaw, coronando un rally de cinco carreras que sentenció el juego.

“No hay mejor persona para hacerlo que él”, dijo Trea Turner. “Ese batazo nos devolvió el alma.”

Con estos dos jonrones, Schwarber llegó a 23 vuelacercas de por vida en postemporada, superando a Bernie Williamsy quedando solo detrás de Manny Ramírez (29) y José Altuve (27) en la lista histórica.

Phillies reviven la serie

La ofensiva de Filadelfia terminó con 8 carreras y 12 hits, más de lo que había producido en los dos primeros juegos combinados.
El plan de pitcheo del equipo —con Aaron Nola y Ranger Suárez compartiendo montículo— funcionó a la perfección, manteniendo a raya a los Dodgers tras la ventaja inicial.

Los Phillies recortan la serie a 2-1, con la oportunidad de empatar en el Juego 4, nuevamente en Los Ángeles.

“Puedes batear .100 o .500, lo importante es ganar el juego”, dijo Schwarber. “Y hoy ganamos.”