En la historia de la NBA, anotar no solo es cuestión de talento: también de constancia, longevidad y un legado que trasciende generaciones. Cada franquicia tiene su propio referente, aquel jugador que, con miles de puntos a lo largo de su carrera, se convirtió en sinónimo de grandeza para su equipo.
Desde la elegancia de Michael Jordan con los Bulls (29,277 puntos) hasta la máquina imparable que fue Kobe Bryant en los Lakers (33,643), estos nombres no solo llenaron las planillas de estadísticas: también definieron la identidad de sus equipos.
El recorrido muestra contrastes interesantes:
• En los Dallas Mavericks, Dirk Nowitzki (31,560) sigue siendo inalcanzable, pero el legado europeo abrió el camino a la internacionalización de la liga.
• Los Cavaliers tienen a LeBron James (23,119) como referente absoluto, un jugador que no solo llevó al equipo a su primer campeonato, sino que sigue sumando páginas doradas a su historia.
• En los Warriors, Stephen Curry ya superó los 25,000 puntos, consolidándose como el mayor tirador de todos los tiempos y el líder que revolucionó el baloncesto moderno.
Otros nombres, como Hakeem Olajuwon con los Rockets, Karl Malone con los Jazz, o Reggie Miller con los Pacers, recuerdan que el dominio no siempre estuvo en las ciudades más mediáticas, sino en jugadores que con disciplina se convirtieron en emblemas regionales.
Y en el presente, nuevas estrellas como Giannis Antetokounmpo (20,538 con los Bucks) y Devin Booker (16,452 con los Suns) muestran que la carrera por convertirse en leyendas sigue abierta.
Al final, estos líderes anotadores no son solo números: son la memoria viva de la NBA, íconos que marcaron generaciones y que inspiran a los fanáticos a seguir preguntándose:
👉 ¿Quién será el próximo en grabar su nombre en la cima de la historia?