Los Dodgers han acumulado una deuda de más de mil millones de dólares en pagos diferidos para ocho jugadores. Estos compromisos financieros se extenderán desde 2028 hasta 2046, con los montos más altos en 2038 y 2039, cuando deberán pagar casi 101 millones de dólares.
El contrato de Tanner Scott, por cuatro años y 72 millones, y el de Teoscar Hernández, por tres años y 66 millones, aumentaron la carga diferida del equipo. Scott tiene 21 millones en pagos postergados, mientras que Hernández recibirá 32 millones de forma diferida, con cuotas anuales entre 2030 y 2039.
Shohei Ohtani encabeza la lista con 680 millones en pagos desde 2034 hasta 2043. Mookie Betts tiene 115 millones programados entre 2033 y 2044. Blake Snell, Freddie Freeman, Will Smith y Tommy Edman también recibirán dinero en años futuros.
El comisionado Rob Manfred defendió la estrategia de los Dodgers, destacando su esfuerzo por armar el mejor equipo posible. Sin embargo, reconoció la preocupación de algunos mercados por la capacidad financiera del equipo angelino.
Andrew Friedman, presidente de operaciones de béisbol, minimizó el impacto futuro de estos pagos. «No nos vamos a despertar en 2035 sorprendidos por estas obligaciones», afirmó.
Los Ángeles deberá asegurarse de financiar estos compromisos antes del 1 de julio siguiente a cada temporada en la que se generen. El equipo ha usado esta estrategia para mantener flexibilidad en su nómina actual, pero las próximas décadas traerán una carga financiera considerable.

