Santo Domingo.- En una noche de béisbol con sabor a barrio y tensión de tabla, los Tigres del Licey sacaron colmillo y vencieron 7-3 a los Toros del Este, con batazos oportunos, energía colectiva y un Francisco Mejía que se robó el show.
Desde temprano, Licey dejó claro que iba en serio. Gustavo Núñez prendió el motor con hit, corrió agresivo y llegó al plato gracias a un batazo oportuno de Mejía, marcando territorio desde la primera entrada y encendiendo el estadio.
Núñez entra al club de los 400
Ese imparable no fue uno más. Núñez alcanzó los 400 hits en Lidom y se coló en una lista selecta entre los activos. Logro grande, silencioso y constante, de esos que no hacen ruido, pero pesan como plomo en la historia.
Los Toros igualaron con un tablazo de Bryan de la Cruz, pero el empate duró poco. Mejía respondió sin pedir permiso con un cuadrangular por el izquierdo, devolviendo la ventaja y reafirmando que su noche iba a ser especial.
Ataque sin pausa
En el cuarto episodio, Licey armó rally con béisbol pequeño y batazos largos. Bonifacio tocó, Mauricio recibió golpe y Mejía volvió a castigar con doble productor de dos. Juego inteligente, agresivo y con lectura perfecta del momento.
La sexta trajo otra vuelta azul. Hensley embasó, corrió bien y Núñez volvió a cumplir con sencillo remolcador. Nada forzado, todo trabajado. Así se ganan juegos cuando la presión aprieta.
Toros intentan, Licey responde
Los romanenses se acercaron en el séptimo con dos carreras, pero Licey no perdió el control. En el octavo, Ronny Mauricio puso el sello final con hit con las bases llenas, apagando cualquier intento de remontada.
Shaun Anderson abrió con autoridad y el bullpen azul mantuvo la calma. Brazo tras brazo, cero desorden y enfoque total hasta el último out. Partido bien manejado, sin regalos y con ejecución precisa.
Lo que viene
Con esta victoria, Licey sigue empujando fuerte por la clasificación. Este domingo la historia continúa en La Romana, cuando los Tigres devuelvan la visita a los Toros en el Francisco Micheli, desde las cinco de la tarde. Béisbol del bueno, garantizado.
