EsquinaRD. – Los Leones del Escogido inician el Round Robin con un objetivo definido desde el primer día, defender el campeonato. La diferencia respecto a otros tramos de la temporada no está en la ambición, sino en el proceso. El equipo llega a enero tras una clasificación agónica, pero también después de corregir sus principales debilidades y reforzar las áreas que el formato corto suele castigar sin piedad.
El boleto se aseguró en el último día de la serie regular, luego de una campaña irregular, marcada por altibajos y ajustes constantes. Sin embargo, ese cierre apretado también obligó a la gerencia a tomar decisiones precisas que hoy explican por qué el Escogido entra al Round Robin mejor armado que semanas atrás.
Una serie regular de resistencia
Durante buena parte del calendario, el Escogido se mantuvo peleando el último cupo, incluso fuera de la zona de clasificación en varios tramos. No fue un equipo dominante ni estable, y el diagnóstico interno fue claro desde temprano, el bullpen era el principal problema estructural.
Los números lo confirmaron. El conjunto rojo terminó como penúltimo de la LIDOM en efectividad de relevo (4.11), con dificultades recurrentes para cerrar partidos y sostener ventajas en entradas finales. En un torneo corto, ese tipo de falla suele ser letal.
Puedes leer: ¿Por qué el round robin es el corazón del béisbol invernal dominicano?
https://esquinard.com/lidom/round-robin-lidom-historia-evolucion/
El Draft de Reingreso como punto de inflexión
Lejos de improvisar, la gerencia atacó el problema de forma directa. En el Draft de Reingreso, el Escogido utilizó sus dos primeras selecciones para reforzar el relevo:
-Patrick Weigel, con perfil de cerrador.
-Jefry Yan, proyectado como preparador.
La lectura fue clara, corregir antes de que enero exponga la debilidad. El mensaje interno también fue contundente, el Escogido llega al Round Robin con un plan, no con parches.
Más profundidad en la rotación abridora
El pitcheo abridor también recibió atención. El equipo integró a:
-Radhamés Liz, veterano con experiencia en escenarios de alta presión.
-José Urquidy, con recorrido en Grandes Ligas y buen presente en el béisbol mexicano.
La apuesta no es por nombres rimbombantes, sino por estabilidad, control y experiencia, tres factores determinantes en juegos que no admiten margen de error.
La ofensiva, el sostén competitivo del Escogido
Si hubo un área donde el Escogido sí mostró consistencia fue en la ofensiva, especialmente durante el mes de diciembre. En ese tramo, presentó la alineación más productiva del torneo: AVG: .281, OBP: .367, SLG: .416, OPS: .783.
La producción llegó cuando más importaba, sosteniendo al equipo mientras otras áreas se ajustaban.
Raimel Tapia y el impacto en el tope del lineup
Dentro de ese engranaje ofensivo, Raimel Tapia fue una pieza clave. Terminó como líder en hits del campeonato y se convirtió en el primer jugador con 70 o más imparables desde la temporada 2008-09.
Más allá del dato, su impacto está en la función: dinamiza el primer tercio del orden, incrementa la presión ofensiva y aumenta la frecuencia de corredores en base, un valor que se multiplica en el Round Robin.
Variables a monitorear: salud y disponibilidad
No todo está definido. El cuerpo técnico mantiene seguimiento diario a dos situaciones puntuales:
-Héctor Rodríguez, con gestión de permiso aún en proceso.
-Yainer Díaz, bajo evaluación médica antes de cualquier posible regreso.
Las decisiones estarán condicionadas a disponibilidad real y estado físico, no a expectativas externas ni presión mediática.
La postura de la gerencia ha sido consistente, apertura a integraciones puntuales, pero sin depender de figuras de Grandes Ligas. El foco está en el roster que logró la clasificación, se reforzó estratégicamente y llega con mayor equilibrio colectivo.
